• Supongo que ya armaron el arbolito, ¿no?
  •  ¡Obvio! El mío bastante escuálido y deforestado, pero basta la intención. 
  • El mío tiene las borlas por el piso. Hace juego conmigo. Y con el país entero. 
  • Borlas gigantes son las de Luciani y Mola. Bien puestas, ¿no creen? 
  • ¡Pobre Cris!  
  • ¿Pobre?! Pobres nosotras, Pupi. ¿Querés que te compare tu jubilación con la de ella? 
  • No, gracias. Prefiero no amargarme. 
  • A mí me vino genial el fallo. Acerté todos los números. 
  • ¡No te puedo creer que jugaste a la quiniela, Negri! 
  • Como siempre. Y esta vez la junté con pala.  
  • Seré curiosa, ¿qué salió? 
  • El 79, el 44 y el 56. 
  • Desasnáme. ¿Qué significan? 
  • En ese orden: el ladrón, la cárcel y la caída. ¡Bingo! 
  • ¡Guau! ¡Creer o reventar! Igual, muy deprimida no estaba. Vino a cenar a Puta Lara después de desahogarse en la tele. Una amiga que vive por ahí me contó. 
  • ¿En serio?
  • ¿Y quiénes estaban? 
  • Su amigo el Intendente de Ensenada como anfitrión, y el llamado “núcleo duro K”. 
  • Duro debe haber quedado más de uno con la condena a la Jefa. 
  • No cambia nada. Van a apelar  “ad infinitum”. Además en un ratito Cris cumple 70. Le tocaría domiciliaria. 
  • ¿Ya 70? ¿Quién diría? Veterana como nosotras.  
  • Sí, pero con más guita.  Ella es el ejemplo más claro que la plata no hace la felicidad. 
  • ¡Puede ser, pero cómo ayuda, che! 
  • Decímelo a mí, que voy por la segunda cuota del pan dulce, y no sé si llego a la tercera. 
  • Mejor, así no engordás, Toti. Hay que buscarle el lado bueno a la misiadura. 
  • Me tenés harta con tu optimismo a ultranza, con tu fundamentalismo del vaso medio lleno. Los ovarios llenos, me tenés. 
  • ¿De qué otra manera podés sobrevivir en este íspa, Negri? Es mi mecanismo de defensa. 
  • En eso tenés razón. Lo que no te mata te fortalece, dicen. Y si aún estamos vivas, es porque tantas décadas de malaria sostenida nos fortalecieron. Somos como las cucarachas, a prueba de todo.
  •  ¡Ni las menciones! En casa ya aparecieron. Como amas y señoras, se pasean de la sala al comedor. 
  • ¡Ay! ¡Me hiciste acordar de la Walsh!
  • ¡Qué sabia esa mina! ¡Inolvidable! “El Reino del revés”, junto a Cambalache, podrían ser nuestro Himno Nacional. 
  • Por no mencionar a “Los Ejecutivos”: Ay, qué vivos son los ejecutivos, qué vivos que son. Del sillón al avión, del avión al salón, del harén al edén, siempre tienen razón; y además tienen la sartén, la sartén por el mango, y el mango también. 
  • Ahora que decís “avión”, faltando tantos aviones hidrantes, ¿por qué se compró uno nuevo el Presi? 
  • Por eso mismo. Porque es el Presi, y hace lo que se le da la gana.  
  • El avión, el avión, ya sé, el 99 en la quiniela. Voy y vuelvo. 
  • ¡Pará! Ya que ganaste con la condena, pagá vos la birra, Negri. ¡Chin, chin!
  • Diario El Día de La Plata, 11 dic 2022