¡Qué pena! Me acabo de enterar de que no soy «una argentina de bien». Siempre pensé que lo era. Pero a los ojos del Presidente aquellos que participamos del banderazo del 17-A, definitivamente no lo somos. Según sus palabras, «los argentinos de bien» protagonizarán un banderazo patriótico solo cuando termine la pandemia. Antes no. Cualquier atisbo de disconformidad o protesta que hagamos en la vía pública, aun cuando salgamos con barbijo y conservemos el distanciamiento social, será visto como un acto subversivo e indeseable. A veces me pregunto si de verdad es el Presidente de todos y todas, o tan solo de quienes nunca lo contradicen. Si lo fuera, propiciaría zanjar la grieta en lugar de profundizarla. Así de simple.
Publicado en Clarín y La Nación.