¡No se dice “Portero”! Es ofensivo. “El Encargado”.
¿La que levantó polvareda?
¿Por?
Parece que el personaje en cuestión es bastante hachedepe, más malo que las arañas, y los porteros, perdón, los encargados, le bajaron la caña. Dicen que los ensucia.
Pero, a ver, ¿es un documental o es ficción?
Ficción, claro. Pero resulta evidente que el sindicato en cuestión no tiene clara la diferencia.
¿Tan burros pueden ser? Con ese criterio, ven una peli en la que hay un cirujano asesino y arremeten contra todos los cirujanos del planeta.
Habría que juntar a los encargados ofendidos y explicarles: “Muchachos, esto es de mentiritas. No se lo tomen a pecho. Francella es un actor que compone un personaje.”
Les salió el tiro por la culata. Con esas quejas ridículas no han hecho más que promocionar la serie. Ahora nadie se la quiere perder. Efecto boomerang.
¿Y qué pretendían? ¿Censurarla? ¡Cómo atrasan!
El propio Francella, sin pelos en la lengua, les salió al cruce: “Es como si el día de mañana hiciera de un policía corrupto y la policía creyera que toda la fuerza es corrupta, o si hiciera de un pedófilo que es pediatra y todos creyeran que los pediatras son pedófilos…” Más clarito, echále agua.
Igual, si el encargado de su edificio le ofrece un mate, yo que él le digo: “No, gracias Antonio. Tengo un poco de acidez”. No sea cosa que …
Lo que más me preocupa es que la reacción de esa gente pone en evidencia la decadencia cultural que estamos padeciendo. Nos embrutecemos como sociedad con prisa y sin pausa. La ignorancia es la nueva pandemia.
Y la única vacuna es la educación, tan ninguneada últimamente.
Si alguien se siente tocado, es porque tiene cola de paja, no me jodan. ¿Cómo se entiende que ninguno de esos sensibles encargados saltó cuando Mangeri asesinó a una piba? Y eso no fue ficción.
Hablando de eso, ¿qué piensan de las peleas entre los políticos? ¿Son posta o ficción, circo pa’la gilada?
Cuanto más cerca estemos de la elecciones, más irascibles se van a poner. Se van a arrancar los pelos, las extensiones, las pelucas, con tal de llegar primeros al tan ansiado sillón de Rivadavia. Una guerra de vedetongas luchando por el cartel en la marquesina.
A mí me dan vergüenza ajena, ¿qué quieren que les diga? No maduran más.
Tanta vergüenza como “Gran Hermano” y la vuelta del “Hotel de los Famosos”. Y si esas bazofias tienen alto rating, eso prueba lo mediocres que nos hemos vuelto. Consumimos basura, y encima nos gusta. Y tenemos la clase política que supimos conseguir.
Chicas, ¿ya armaron el arbolito?
¡Aguantá, Mili! ¡Recién estamos en noviembre! ¡Bajá un cambio!
¿Y qué? Se fue el año. Yo ya compré pan dulce en cómodas cuotas y lo metí en el freezer.
Es broma, ¿no?
¡Qué broma ni broma! Posta. Y eso que elegí el más barato, sin chocolate, ni frutos secos, ni fruta abrillantada, ni pasas de uva. Peladito nomás. De ésos que, después del primer bocado, alguien te tiene que dar una patada en el pecho para que baje.