por Irene Bianchi
  • ¿Vieron? Ya se piantó enero. De aquí a las fiestas, un tris. Se nos fue el 2012.
  • ¡No exageres, Chichí! No es para tanto. Si ni siquiera te fuiste de vacaciones.
  • Ni pienso. ¿Para qué? Mejor me quedo en casita.
  • ¿Cómo para qué? Para cambiar de aire, para relajarte, para descansar.
  • Con el salvavidas incorporado que tengo, ¿vos pensás que me voy a exponer?
  • El problema tuyo son los rollos mentales, no los otros. ¿A quién le importa?
  • A mí me importa. Detesto compararme con las pendejas bronceadas, sin un pocito celulítico, que te enrostran el físico en la jeta. De la carpa no salgo.
  • Chicha tiene razón, Stella Maris. Y no es el único inconveniente de salir de vacaciones. Ya lo advirtió la chilena Sordo. En una de ésas, te das cuenta que no tenés de qué hablar con tu marido. Es un perfecto desconocido el chabón.
  • Ojalá fuera un desconocido. Eso tendría cierto misterio.
  • Por eso mismo, chicas. ¿Qué mejor ocasión para reencontrarte con tu pareja, después de un año lleno de exigencias laborales, domésticas, familiares?
  • Mirá, Dina. Yo me quejo de la rutina y del laburo, pero cuando paro de golpe me ataca un vértigo, una crisis existencial, que no veo la hora de volver al yugo.
  • Mi marido padece del “síndrome del preocupado”. Pisa la arena y arma la oficina debajo de la sombrilla. Jamás apaga sus 3 celulares y atiende a sus clientes por mail. No te pisa el agua el “worrier”. Es un enfermito el pobrecito.
  • Parece que el ocio se ha vuelto mala palabra, ¿no? Ya nadie puede “hacer huevo” tranquilo, sin sentirse un poquito culpable de estar perdiendo el tiempo.
  • Tampoco generalicen. ¿No la vieron a Juanita Viale en Punta, toda sonriente?
  • Si a mí me pagaran 50 lucas verdes por sostener una botellita de agua saborizada, ¿sabés las piruetas que te hago? Hasta el aquadance no paro.
  • ¿Esa guita ligó? Con razón la simpatía. Peor los que cobran sólo por presencia.
  • Y de eso viven los expulsados de los realities tinellianos. Al menos, un tiempito.
  • ¿Vieron que hubo sexo explícito en la casa de GH?Y lo mostraron como si nada.
  • Yo creo que los protagonistas de esas escenas “super quenchi”, nunca más van a poder excitarse dendeveras, a menos que sepan que los están filmando.
  • A la miércoles con el pudor, ¿no? Me pregunto qué queda por mostrar.
  • Nada de nada, porque también hay cámaras en el inodoro.
  • Una lástima. Yo siempre me ratonié más con el erotismo sutil, sugerido, velado.
  • Porque sos de mediados del siglo pasado, Chicha. Del cine en blanco y negro.
  • Menos mal que no dijiste del cine mudo, arpía.
  • ¡Ojo que tenemos una argentina candidata al Oscar por una peli muda, eh!
  • ¿Cuál? ¿Berenice Bejo? Es cierto que nació aquí, pero vivió toda su vida en Francia. Tampoco nos agrandemos, ¿no les parece?
  • Otro lugareño que pegó en el poste del Oscar es Sebastián Estevanez.
  • ¿Me estás cargando? ¿En serio? Pero ese actor es puro músculo.
  • El mismo, ahora protagonista de una especie de “remake” de Rolando Rivas.
  • ¡Momentito! ¡No compares! Esa telenovela eran palabras mayores.
  • No. Me refiero a la típica dupla chica rica y fina con proletario rudo y tosco.
  • Lógico. Son los elementos de todo culebrón que se precie de tal. Más algún villano o villana, mansión versus casa de barrio con mantel de hule y sifón.
  • El toque “cool”  lo da Calu Rivero. La novia del ex Cid, Emmanuel Horvilleur.
  • No, nena. Dijo que están “pauseados”. ¡Brindo por los mersas! ¡Chin, chin!