• ¿Vieron los Oscars, chiquis? ¿Qué les pareció?
  • Un plomazo, salvo el sopapo. Ahí se picó.
  • El sopapeado salió ganando. Le está sacando jugo al bife.
  • ¿Por?
  • Chris Rock es un comediante muy famoso y popular, y ahora se cotiza altísimo. Todos quieren ver su show después de la piña, y las entradas se dispararon.
  • ¿Ustedes le creyeron las lágrimas de cocodrilo que derramó Will al recibir el Oscar?
  • ¡Ni ahí! Más falso que gemido de actriz porno.
  • ¡Berta! ¿Y vos, cómo sabés? ¿Consumís pelis triple X?
  • ¡Cruz Diablo!
  • ¡No lo nombres!
  • Si el mismísimo Will lo usó de coartada cuando se disculpó a moco tendido, y citó el consejo que le dio su colega, Denzel Washington: “Ten cuidado en tus mejores momentos. Es cuando el diablo viene por ti”.
  • De pronto Satanás se convirtió en “trending topic”. Primero fue Maduro cuando dijo: “Yo soy el presidente del diálogo político, y soy capaz de reunirme con quien sea, hasta con el mismo Señor Diablo, o con sus diablitos aquí en Venezuela, sus diableras.” Y ahora, Alberto Fernández en un infructuoso intento de explicar la imparable inflación, llamó “demonios” a quienes “aumentan los precios”.
  • Es una buena excusa cuando no se pueden justificar las metidas de pata, ¿no?
  • Hablando del Presi, ¿no les parece buena idea hacer terapia de grupo, así limamos nuestras asperezas?
  • ¿Qué tiene que ver con Fernández?
  • ¿No lo escuchaste? “Hagamos una suerte de terapia de grupo y encontremos una solución dialogada”, soltó en el relanzamiento del Consejo Económico y Social.
  • ¿Y quién coordinaría? ¿Gabriel Rolón? ¿Gabriel Cartaña? ¿José Eduardo Abadi? Dudo que alguien se ofrezca como voluntario.
  • Elvi, nosotras hacemos terapia aquí, en el After, y gratarola. Además, tan mal no nos llevamos. Comparadas con la Vice y el Presi, parecemos mieleros en Bariloche.
  • Hablando de amor, ¿la escucharon a Flor Vigna? Parece que descubrió el sexo con el musculoso y tatuadísimo Luciano Castro. Lo dejó mal parado a su novio anterior.
  • Podrías decirlo de otra manera, ¿no? Pobre Ochiatto.
  • Sí, pobre. No es justo. Si él hubiera sugerido que la performance sexual de Flor era floja, lo hubieran apedreado en público.  “Misógino” y “machirulo” habrían sido los insultos más suaves. Pero la desubicada comparación de ella pasó desapercibida y hasta fue festejada.
  • Esa chica dejó la actuación y el baile para dedicarse al canto.  Hasta ahora se le conoce un solo tema. “Uy”, le puso, en un rapto de inspiración. Para el video clip, lo metió al nuevo novio en una bañera, en bolainas, rodeado de Barbies. El amor te hace cometer locuras.
  • Ojo que esa misma frase dijo el abofeteador de los Oscar, Will Smith. El amor no justifica ni la estupidez ni la violencia, chicas.
  • Para mí que le van a sacar el Oscar que le dieron por su papel en “El método Williams”, y hasta lo pueden llegar a expulsar de la Academia.
  • No creo que le importe. Los productores lo van a seguir llamando de todas maneras, si es negocio. Además,  la Ceremonia del Oscar está cada año más devaluada, más teñida de corrección política. Lo único jugoso es la alfombra roja, para chusmear las pilchas de las “celebrities”.
  • Bueno, amigas, ¿nos vemos la próxima?, diría mi locóloga. ¡Chin, chin!