por Irene Bianchi
  • ¡Ay, chicas! ¡No saben lo bien que lo pasé en Plaza Moreno el 8N! ¡Me reencontré con un montón de gente que no veía hace años! ¡Una fiesta!
  • ¿Algún ex, Margot?
  • Unos cuantos. Panzones y pelados, eso sí. El tiempo es implacable.
  • ¡No me digas que fuiste a la marcha de los golpistas, Margot¡Qué asquete!
  • ¿Lo de golpistas lo decís porque golpeábamos cacerolas y sartenes, Beba?
  • No, graciosa. Lo digo porque ustedes se quejan de llenos. Son una manga de conspiradores de ultra derecha, antidemocráticos, fachos. ¡Puaj!
  • Cambiá la medicación, Beba¿Quién te vendió semejante disparate? Aflojá.
  • ¿Por qué no buscan un chabón que los represente, en lugar de armar bardo?
  • Ya va a aparecer. Mientras tanto, salimos a la calle y decimos lo que pensamos.
  • ¿Y qué ganan con eso? Si igual, nadie les da bola.
  • Mucho ganamos. Primero, expresarnos y reclamar que respeten nuestros derechos básicos. Segundo, ver que no somos pocos. Muy por el contrario.
  • Margot tiene razón, Beba. Yo también fui, y sentí que algo se estaba gestando.
  • No se carguen de achuras, chicas, que a este gobierno todavía le faltan 3 años.
  • Eso no está en discusión. Lo novedoso sería que el oficialismo tomara nota del descontento de una parte de la Argentina, que merece ser tenida en cuenta.
  • Chicas, Cristina tiene otros temas más importantes en la cabeza. No jodan.
  • ¿Cuáles? ¿El triunfo de Obama? ¿El Congreso del Partido Comunista Chino? ¿Los amoríos del chichipío de la CIA, que lo mandan a espiar y toca el timbre?
  • Beba, tenés que admitir que la política del ninguneo sistemático, no es para nada inteligente. Las cosas que no te gustan no desaparecen con sólo negarlas.
  • Yo una vez volví a casa de la peluquería, con un lukete totalmente renovado- corte y color- y mi dorima ni se dio cuenta. Ni una palabra, ¿pueden creer?
  • ¡Que bajón! ¿Y vos qué hiciste, María del Carmen?
  • Le corté los víveres un mes. Lo domé. De ahí en adelante aprendió a mirarme.
  • ¿Y vos pensás que los de arriba empezarán a mirarnos a los protestantes, digo, a los protestones, o les seguirá importando todo un cazzo?
  • ¡Che! ¡La boquita! ¡No digas eso, zarpada! ¡Sos una cloaca, nena!
  • Si lo dijo la mismísima Presidenta. Igual yo no tengo idea qué quiere decir.
  • ¿Cómo te explico? ¿Ves Graduados? Bueno, es algo así como la pichila.
  • Hablando de la tele, ¿vieron que Marcelo ya rompió con la ex  Ortega?
  • Ese muchacho no sabe lo que quiere, ni en la vida ni en su programa, pobre. Es un barco a la deriva.
  • ¿Cómo nuestra Fragata? ¡Pobres marineritos argentinos!
  • Marinero de frente, tripulación caliente. Marinero de costado, barquito embargado. Marinero de atrás, canciller fugaz.
  • Chicas, me jugué la vida y les traje un tomate a cada una. Háganlo durar, que están a más de $20 el kilo.
  • En medio de tantas pálidas, les doy un consejito que las va a poner de buen humor y les va a devolver la sonrisa. Tómense un ratito para admirar los jacarandáes en flor de la ciudad¡Se parten de lindos!
  • ¡Y las Santa Rita, Margot! ¡Otra lujuria de color!
  • Y es gratis.  Para eso no necesitamos guita.
  • Santa Rita, Rita, Rita; lo que se da no se quita. ¡Chin, chin!