Cuando decís “la de Luciano Castro”, ¿a qué te
referís exactamente?
¡A la foto, claro!
¿Qué foto?
La de él, como Dios lo trajo al mundo, pero más
morrudito.
Estará promocionando la obra del verano.
¿Qué obra?
“Desnudos”. La que estrena en Mardel con su jermu, Sabrina
Rojas, y sus amigos Gonzalo Heredia, Brenda Gandini, Luciano Cáceres y Mercedes
Scapola.
¡Ah! ¡Mirá vos! No sabía. ¿Entonces se trata de
una movida de prensa?
A ver. Parece que mientras estuvieron separados
el verano pasado, Luciano y Sabrina se tomaron recreos amorosos. Y la foto ésa
del musculoso, con sus partes pudendas en primer plano, se la sacó una señorita
con quien el galán pernoctó.
¿Era neeeesaaaarioooo?, preguntaría el patiyudo
yiojano (tocáte la izquierda).
Lo voy a decir en inglés. Una pajereada. Punto.
¿No se acuerdan cuando protestaba porque en el
canal le daban siempre calabaza y pollo hervido? “Comida de hospital”, decía
indignado. Y se justificaba. “Yo trabajo de lindo”.
Bueno. Ahí tienen. Lindo es. Y bien dotado. Lo cual no significa que sea buen
actor. Pero la gente compra el envase. El packaging.
Es un horror, chicas. Si se hubiera viralizado la
foto de una mina en bolas, más que “colectivo de actrices” habría habido un
“tractorazo”. Habrían puesto el grito en el cielo por tratarla como objeto. Y
al tipo, en cambio, no se lo respeta y se lo toma para la chacota. No me parece
justo ni equitativo, qué quieren que les diga.
Cien por ciento de acuerdo. Igual, lo que
tenemos que tener claro, es que la privacidad “c’est fini”. Todos estamos en
una vidriera, expuestos, si subimos algo a las redes sociales.
Si yo subo una foto en bolainas, me meten en
cana por agredir la vista de quien lo vea.
No te achiques, Elsita. Tan mal no estás para tu
edad. Podés hacer un desnudo “cuidado”.
¿Envuelta en una frazada, querés decir? No,
gracias. Paso.
Todo bien, chicas, pero a mí me parecen más
obscenas las imágenes de gente comiendo de la basura, o de pibitos descalzos
pidiendo limosna en los semáforos, que ver minas o chongos narcisistas haciendo
gala de su inflada y plástica anatomía. No seamos pacatas.
La forrándula se va de boca. Incontinencia
verbal. ¿No la escucharon a Cinthia- hilo-dental- Fernández quejándose de la
“sequía sexual” que padece? No se siente bien atendida por el Rey del Plástico,
su fiancé.
¿Sequía sexual?
¡Qué gráfica! ¿A qué frecuencia
se referirá? Al lado de lo que ella
liga, nosotras, chicas, somos áridas, terreno baldío. “The Waste Land”, de T.S.
Eliot, para decirlo literariamente.
Hablá por vos, Nilda. Yo de vez en cuando, tengo
alguna que otra alegría. No quiero alardear, porque ustedes son bastante
envidiosas.
Como a Lizy, que no la dejan ser feliz. De pura
envidia.
Es que ese muchacho quiere fama. Le gusta más la
cámara que el dulce de leche. Es un Figuretti el quía. Leo Alturro se cuelga de
la Tagliani porque ella está en la cresta de la ola.
Alturria, nena, no Alturro. Igual creo que ya se
amigaron. Todo express.
El error fue pasar por el living de la Su. “Too
much”.
Les recomiendo leer “Amor líquido: acerca de la
fragilidad de los vínculos humanos”, del sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Nada
de promesas, nada de “hasta que la muerte nos separe”. Todo fugaz, desechable,
superficial. Touch & go. Si te he visto, no me acuerdo.
Chicas, no tanta cháchara. Vamos que hoy termina
el 34º Encuentro Nacional de Mujeres en La Plata. ¿Nos sumamos al mega pogo
feminista?
¡Obvio! ¡Todas para una y una para todas! ¡Por
nosotras! ¡Chin, chin!