por Irene Bianchi
  •  Che, al final, ¿qué fue lo que le pasó a Susana que la internaron?
  • Algo poco glamoroso: una obstrucción intestinal, Nelly.
  • ¿En serio? ¡Qué bajón! Yo pensé que las Divas no iban al baño.
  • Justamente. Por eso se trancó. Por no ir más seguido.
  • Si estaba comiendo como un pajarito, ¿qué quieren que elimine la pobre?
  • ¿Vieron que en la tele no sólo se pelean los mediáticos y las vedetongas? Ahora es el turno de los dietólogos. Compiten como locos con sus carísimas vianditas.
  • Es fácil adelgazar no comiendo. Así cualquiera. El tema es mantenerse.
  • Qué ironía, ¿no? Media humanidad se muere de hambre y la otra mitad de sobrepeso.
  • La Su debe tener ganas de tirar la chancleta, morfar y chupar sin control, disfrutar de sus bien ganados verdolagas en Miami o en Punta y dejar de laburar para siempre.
  • Ya avisó que en 2012 se toma un año sabático. Dice que la tele diaria la agota.
  • Estas minas no tienen vergüenza. Igual que las que se “agotan” y “estresan” bailando por un sueño. ¿Qué nos queda, entonces, para las minas que tenemos dos laburos, viajamos en bondi o en tren, criamos hijos, hacemos los mandados, cocinamos, limpiamos la casa, cuidamos a nuestros viejos,  y estiramos el sueldo como elástico para llegar a fin de mes? Tendrían que ubicarse un poquito antes de abrir la boca.
  • Decíselo a la Alfano, que se deschavó impúdicamente. Por fin mostró la hilacha.
  • Se le viene la noche a la “Cruella de Vil” del Jurado. Era hora, ¿no?
  • El pez por la boca muere. Y esta mina, más que boca tiene una letrina.
  • Encima hizo esos desafortunados comentarios, envuelta en una bicha, ¿vieron?
  • Será la hermanita gemela. La acariciaba con tanto cariño.
  • El ofidio tiene mala prensa. Ella, en cambio, bien ganada mala fama. No compares.
  • Es tan soberbia. No sé cómo no se le cae la cara.
  • Por el botox, Betty. Está embalsamada en vida. Lista para el Madame Tusseauds.
  • Tarde o temprano, chicas, el que las hace las paga. Tiempo al tiempo.
  • A mí no me extraña nada. Si frivolizó y banalizó un tema como el sida, ¿por qué no iba a hacer lo mismo con esto? Es de teflón la señora. Todo le resbala.
  • El que debería reaccionar es el Dueño del Circo. El que calla, otorga. Queda pegado.
  • No sólo eso. Marce amordazó a los programas de su productora. Silencio de radio.
  • Ahora la Alfano está achicando la parada y pidió tibias disculpas, sin bajarse del caballo, claro. Además asegura que sus bienes los ganó legítimamente con su trabajo.
  • ¿Con el sudor de su frente o de otras partes de su armoniosa anatomía?
  • Seré curiosa, ¿de qué “trabajo” estamos hablando? ¿Ser tapa de revista? Como actriz, siempre fue de madera terciada esta muñeca inflable.
  • Y como jurado, es lo más subjetivo y arbitrario que existe sobre la tierra.
  • Pero tiene más de 600.000 seguidores en twitter. Ojo al piojo.
  • ¡Cuánta gente al cuete, mamma mia! ¿No tienen nada mejor que hacer?
  • No hay nada más rotundo, lapidario y contundente que la condena social. Sobre todo para estas figuritas, que sufren de síndrome de abstinencia si se quedan sin pantalla.
  • No quisiera estar en los zapatos de sus hijos. La negaría como Judas a Cristo.
  • Tampoco los chimenteros deschavadores son harina para hacer hostias, ¿no?
  • No, claro. Te toman de punto y no paran hasta destruirte. Pero en este caso, ya sea por vendetta personal o reivindicación legítima, destaparon una olla más que interesante.
  • ¿Quién te dice? Tal vez ahora a Grace le toque estar de otro lado del estrado, y tragarse una dosis de su propia medicina. Provechito, Alfano. ¡Chin, chin!