• ¿Y? ¿Qué me cuentan de la novela?
  • ¿La de la novicia? ¡Ay! ¡Me encanta! ¡Ese Marianito Martinez es un bomboncito! ¡Con esa carita de bueno! Me lo morfo.
  • ¡Pará, fanática! No hablo de “Esperanza mía”, sino del culebrón Diwan-Bernal
  • Ni enterada. ¿Qué pasó?
  • Qué NO pasó, querrás decir. Todo lo que te imagines, y un poquito más.
  • ¿Vos hablás del productor de “Stravaganza” y la mini bailarina?
  • Exacto. ¿No lo viste llorando a moco tendido por todos los canales?
  • Sí, pero pensé que había perdido plata en la temporada de verano.
  • ¡No! Plata le sobra. Con decirte que aseguró que no va a trabajar más.
  • Debe tener flor de colchón para jubilarse a los 40, ¿no?
  • Parece que la Gisela, que es más pícara que bonita, no sólo le obsequió una prominente cornamenta, sino que le adjudicó un bebito que no es de él.
  • ¡Ah, sí! Ahora me acuerdo. Y, según él, además, lo sopapeaba a menudo.
  • Ese muchazo es un poco masoquista. Se peleaba y volvía al toque.
  • Es que el amor es ciego, Delia.
  • ¡No me jodas! Si todos los amigos le advertían, ¿por qué no les dio bola?
  • Igual, no me pareció muy de hombre eso de ir de programa en programa ventilando tanta intimidad. Ya sabemos que de los cuernos y de la Parca nadie se salva. Lo que sí se puede evitar es  pasar vergüenza pública, ¿no?
  • Volviendo a “Esperanza Mía”, ¿no huele a vieja?
  • ¿Por qué? Es super fresca y divertida.
  • ¡Se le ven todos los hilos, Nelly! Pusieron toda la carne en la parrilla el primer programa. Ya sabés todo. Quién es la madre, quién es el padre, cómo es la cuñadita busca del curita. Los buenos son buenísimos, y los malos, malísimos. Demasiado previsible.
  • A mí me hizo acordar a la peli “Cambio de hábito”, salvando las distancias.
  • ¡Obvio! A ésa, a “La Novicia rebelde”, a “Camila”, ¡y a tantas otras!
  • Además, chicas, se les va la mano con el make up a esas monjitas. ¡Y esos flequillos! Muy poco creíbles.
  • Es que no es fácil para algunas actrices salir a cara lavada y despejada, Moni.
  • ¡Y el mini Fonzi haciendo de villano! ¡Tan estereotipado!
  • ¡Bueno, che! ¿Qué querés? Es ficción, no un documental. Sos demasiado detallista.
  • Si en un par de programas ya se develó toda la trama, me imagino el estire achiclado que se van a mandar. Y no me extrañaría que virara hacia el dramón.
  • Peor que lo de Diwan y la telenovela, fueron las declaraciones del abogado mediático por excelencia, que está por debutar en el Bailando. “Recorro cabarets para aprender el baile del caño”. Me ahorro los comentarios.
  • Hay cosas peores, chicas. Verdaderamente graves. Como por ejemplo lo que dijo el titular del INDEC: “No resulta fácil definir qué es la pobreza”.
  • Si quiere, yo le ayudo. Ser pobre es no tener una vivienda digna, cloacas, agua potable, gas, electricidad, consumir menos calorías que las que el cuerpo necesita; no tener un trabajo estable, acceso a la salud, a la educación. O sea, no tener las necesidades básicas cubiertas. No es tan difícil definir la pobreza, Sr Itzcovich. Con echar un vistazo alrededor, ya está.
  • Qué bajón!¡Mozo!Traiga otra copa!Y que nos llamen Las Mareadas! Chin, chin