por Irene Bianchi

  • ¿Qué hacés con ese barbijo, Lita? ¿Volvió la gripe del pollo y no me enteré?
  • No, Chula. Es por la radiactividad. Por si las moscas, ¿viste?
  • ¡Qué ridícula! Primero, estamos lejos. Segundo, con un barbijo, no hacés nada.
  • Hay que hacerle caso a Anabela Ascar. Es una experta. Dijo que a nosotros no nos va a pasar nada porque no tenemos “karma atómico” como Japón.
  • ¿Experta en qué? En bichos raros,  en fabricar mediáticos inmostrables, freaks.
  • Al final, tenían razón los Mayas. Se viene la fin del mundo nomás.
  • Chicas, háganme un favor. No saquen conclusiones apresuradas.
  • ¡Qué fácil la hacés, eh! ¿Acaso a vos no se te frunce elquedejedi con todo esto?
  • Claro que sí. Como a todos. Pero no me pongo apocalíptica como ustedes.
  • ¿Y qué explicación le encontrás, a ver, Libro Gordo de Petete?
  • No tengo formación científica para explicar nada Mumi. Pero, desde el sentido común, pienso que tener 54 centrales nucleares en una isla cuya superficie es casi la de California, es muy riesgoso, ¿no les parece? Jugar con fuego.
  • Para mí, esto es un sopapo a la soberbia human, tan infalibles que nos creemos.
  • Desastres y catástrofes siempre hubieron, pero ahora nos enteramos al toque.
  • Todo está ligado a la política y la economía, chicas. No se olviden que Japón es la tercera potencia mundial. Necesitan mucha energía para seguir produciendo.
  • ¿Pero no hay otras fuentes alternativas? No sé, la eólica, la hidráulica…
  • Sí, pero dependen de factores meteorológicos. No son confiables ni seguras.
  • ¡Ah, claro! ¡Porque ésta es de segura! Mirá cómo estamos: al borde del colapso
  • Ustedes dirán que soy una cobarde y una negadora, pero yo- con tal de no mirar los noticieros- me di una sobredosis de  chimentos esta semana.
  • Vos y tus mecanismos de defensa, avestruz. ¿Alguno sabroso?
  • Unos cuantos. Parece que su ex, Antonito, con esa carita, hacía 6 años que le metía los cuernos a la pobre Shakira. ¡Aguante Gerard Piqué, canejo!
  • Yo que ella, le corto los víveres. Nada de negocios juntos. Fuíste, pibe. Su ruta.
  • Otro: la Diva de los teléfonos reivindica el sexo anal. “Está buenísimo”, dijo.
  • ¡Shhh, zarpada! Esa mina tiene tanta mala puntería con los tipos, que le conviene comprarse un contenedor de chiches eróticos, así salva la billetera.
  • Sí, pero a pila, porque eléctricos le dan miedo. Otra confesión.
  • La Su es modelo 45. ¿Hay necesidad de que cometa semejante sincericidio?
  • Se querrá hacer la moderna, vaya a saber. “Pour èpater les bourgeois”.
  • No te hagas la franchuta, querés. ¿O ahora te llaman Margot?
  • Para escandalizar a la burguesía, Ñata. Para calentar el avispero.
  • Yo tengo un chisme histórico. ¿Se acuerdan de la Reina Victoria, tan puritana y poco agraciada? Bueno, se le descubrió un amante indio, Karim Abdul Karim.
  • Mirá vos, tan victoriana la soberana. Más pícara que bonita. Eso seguro.
  • El que ni se molesta en disimular romances y amoríos es Berlusconi. Confiesa que es travieso, pero que no fueron 33 ragazzas en dos meses. Infundios.
  • ¿Le quedará tiempo y energía para gobernar? ¿No le teme al bobazo?
  • Ya está amortizado. Con 74 pirulos, ¿qué querés? Quema sus últimos cartuchos.
  • Hablando de eso, y volviendo sobre el tema inicial,  si se viene “la fin del mundo” y nos avisan con tiempo, ¿qué harían?
  • Yo tiro la chancleta, de una. Aprovecho y me porto bien mal. Requetemal.
  • Por las dudas, hagamos listas de asignaturas pendientes. ¡Chin, chin!