por Irene Bianchi
  • ¡Ay, chicas! ¡Qué escándalo! ¿Vieron que la Alfano pegó el portazo en el Bailando? Acusó al jurado de corrupto.
  • No podía ser de otra manera. Aquí la corrupción siempre fue moneda corriente. Como los jueces funcionales al poder, representado en este caso por Marcelo
  • Tengo una teoría que justifica tanto disparate. ¿No será que el bailarín español, es un enviado de Almodóvar, que está filmando secreta y furtivamente: “Jurado al borde de un ataque de nervios”?
  • Es todo tan surrealista y grotesco, que bien podría ser, Coca.
  • Lo terrible es que siguen apareciendo programas satélites, que repiten el bochorno hasta el hartazgo. Como si se hubiera metido un virus en la tele.
  • No se preocupen. Yo creo que, tarde o temprano, todas esas figuritas patéticas terminarán autodestruyéndose en cámara, y los televidentes seremos testigos de su gestación, apogeo y autoaniquilación.
  • Todos menos los dueños del circo, claro, que son de amianto, irrompibles.
  • Para eso, habría que seguir metiendo púa y cizaña entre participantes y jueces, incitarlos a que se vayan a las manos, se arañen, se pellizquen, se trompeen, se abofeteen, se arranquen las extensiones y las pestañas postizas, se arrebaten las lentes de contacto, se pinchen el botox, se exploten las siliconas, se muerdan con sus dientes enfundados.  Una especie de lucha libre, de vale todo.
  • Ese sería otro programa, que podría llamarse: “Patanes en el Ring”.
  • Al menos, quedarían todos maltrechos y magullados, lo cual los sacaría de circulación por un buen tiempo, y nos darían un respiro.
  • A mí me da lástima la pobre Evangelina, que abandona el certamen para volver al lado de su maridito. ¡Qué renunciamiento por la familia!
  • ¡Por favor, Adelina! ¡No querrá renunciar a la billetera, ilusa!
  • ¡Claro! Si el marido la conoció en “Mandá cola al 2020”, ¿de qué se escandaliza ahora? Llega el baile del caño, y todas las novias y mujeres de futbolistas estrella, rajan del Bailando como por arte de magia.
  • Son unas sometidas. Una vergüenza para el género.
  • A ellas no les interesa el género sino la tela, nena. La viyuya, la teca, la guita, la mosca, la pasta, la papota, el filo, el vento. ¿Te queda claro?
  • Entonces, ¿no se van por amor?
  • Sí, amor a la tarasca, ¿no te digo? No todos los días se engancha un millonario.
  • La Vanucci lo logró, ¿vieron? Pasó del Ogro al Príncipe Azul en un abrir …
  • No de ojos, precisamente.
  • Esas chicas no pierden el tiempo. A mí siempre me tocan los secos, los ratones.
  • Y encima, paranoicos.
  • La que también renunció fue Luli Pop. No se bancó las críticas del jurado de notables. Y su novio, “Mr. Big” le aconsejó que se fuera antes de que la fueran.
  • ¿”Mr. Big” ¿Quién se cree que es? ¿Sarah Jessica Parker?
  • ¡Pobre! ¿Habrá llorado lágrimas de plástico?
  • Es que recibió devoluciones muy duras.
  • ¿Devolver no es sinónimo de vomitar, de lanzar? Nunca más apropiado.
  • ¿No las pone felices que empezó el mes de la primavera? A florecer se ha dicho!
  • Mientras no nos llamen “culo de vieja”, todo bien. ¡Chin, chin!