• Chicas, ¿vieron a la Chiqui el domingo pasado?
  • ¡Porsu! ¡Como para perdérselo! Recontrajugoso.
  • Hay una cosa que no entiendo: si Maradona mandó a su joven Morocha arrepentida al almuerzo, ¿por qué prohibió que se lo nombrara?
  • Ridículo. Y  lo mencionaban como “Señor”, ó “EL”. “Dios”, según la Pons.
  • Lo de “EL” es como cuando la Presidente se refiere a Néstor, ¿no?
  • Esta es una opinión muy personal, pero el apelativo “Señor” le queda grande a alguien que desconoce a sus hijos. Ningún “señor” lo haría. Es una canallada.
  • Tenía el libreto bien aprendido de memoria, la Rochi. “Es muy romántico, muy caballero”. Tan caballero que le pegó una patada en el tujes y la hizo volar desde Dubai, no sin antes involucrarla en una denuncia por hurto.
  • ¿Y los jueguitos que hizo con la pelota? Yo los hubiese hecho mejor, a pesar de mis juanetes y dedos martillo, se los aseguro.
  • Otro culebrón de la semana fue la metida de pata de Jorgito Rial. La Niña Loly le colgó la galleta.
  • ¿Por cuánto tiempo? ¿Vos te creés que se va a perder semejante candidato? Con que fije fecha de casorio y ponga todos sus bienes a su nombre, se arregla todo. Y de ahora en más, lo tiene bien agarradito de las tarlipes a George.
  • Degustó una dosis de su propia medicina el chimentero. El Gran Deschavador, deschavado. El Burlador, burlado. No se lo banca. La va a perseguir a la Mirra por cielo y tierra. Tiene todos sus servicios de inteligencia trabajando a full.
  • Los de él y los de su socio, Luisito. Dos sabuesos profesionales.
  • ¿Sabuesos? No sé. Más bien, aves de carroña. Buitres. Por lo que comen.
  • Igual, que “la zorra tucumana”, como la llama cariñosamente Rial, vaya sacando el pasaporte, porque éste le va a hacer la vida imposible.
  • No nos olvidemos que es un producto “Gran Hermano”. Una de los ganadoras, nada menos. Programa en el que se fomentaba la delación y la traición, ¿o no?
  • Sí, y parece que vuelve el bodrio. Conducido por el calentón virtual.
  • Chicas, no sé cómo pueden distraerse con tantas banalidades, mientras pasan cosas terribles. Volvió la ley de la selva, nos estamos matando entre todos, la violencia no tiene freno, se escapan presos todos los días …
  • Ojo que en Chile también. No somos los únicos. Trescientos se fugaron.
  • Sí, nena. Pero eso fue durante el terremoto y alerta de tsunami. Acá se escapan con buen tiempo, viento a favor, y hasta con muletas. No se la hacen muy difícil.
  •  ¿Vieron lo que dijo Cristina? Que se siente la madre de todos nosotros.
  • Paso, gracias. Prefiero mil veces a la mía. Aunque ya no esté.
  • ¡Sos jodida, eh! Es una forma de decir. Una metáfora.
  • Desafortunada. Y no creo ser la única persona que no se sienta su hija. Además no necesitamos una madre sino una Presidente que cumpla con su tarea. Punto.
  • Pero viste que los argentinos siempre buscamos una figura paternal, ¿no?
  • Grave error. Así nos ha ido. Para padres, los que nos tocaron. Los gobernantes cumplen otro rol. No hay que mezclar. Tenemos que crecer de una buena vez.
  • Che, disculpen, pero ¿alguien me puede acercar hasta mi casa? Se me vació el tanque y al precio de la nafta, decidí no sacarlo nunca más del garage.
  • Lo bien que hacés. El tránsito es un despelote. El otro día quedé encerrada entre los muchachos de la UOCRA y los tacheros. Horas estuve parada.
  • ¿Y no levantaste nada? Brindo por los piquetes de machotes. ¡Chin, chin!