por Irene Bianchi
  • ¡Qué luquete, Beba! ¿Vuelve el batik? ¡Estás muy “flower-power” hoy!
  • Es lo que me puse para ir a ver a Paul. No me lo saco más.
  • En unos días, vas a oler mal, nena. Se viene la canícula.
  • ¿Qué importa?Les juro que estoy como levitando, flotando, en estado de éxtasis.
  • ¿No habrás fumado nada raro, no?
  • No hizo falta. Verlo en vivo me puso así. Ya me puedo morir en paz.
  • ¿Qué exagerada, Beba! ¡Tocáte la izquierda!
  • No exagero. No hay ningún artista que me mueva el piso como él. ¡Es lo más!
  • ¿Me permitís una interpretación? ¿No será que te retrotajo a tu adolescencia?
  • Sí, puede ser. Eramos casi todos veteranos en River, pero si vos le mirabas los ojos a la gente- no la panza ni las arrugas- la edad promedio no pasaba los 20.
  • Tenés razón, Vilma. Hay canciones que te hacen viajar en el tiempo. Te acordás de detalles precisos: qué malón, qué tenías puesto, de quién gustabas…
  • Sí, es como los olores. ¿No les pasó nunca que van caminando y de pronto huelen un aroma que sale de una casa, un guiso, ponéle, o un dulce, y te manda derechito a tu infancia, a la cocina de tu abuela o a la panadería del barrio?
  • Es la memoria de los sentidos. Queda todo almacenado en el disco rígido.
  • Rígidos me quedaron los gemelos de tanto saltar en el Monumental.
  • Me imagino que habrás ido con calzado adecuado, ¿no? Porque más de una desubicada se puso taco aguja.
  • No sólo eso. Las minas se tiraron el placard encima, todos los brillos, como si se lo fueran a levantar al tipo.
  • Y, la fantasía existe. ¿O acaso no pensaste que te cantaba a vos?
  • Claro que sí. Cada vez que lo enfocaba con los prismáticos, me estaba mirando.
  • De ilusiones también se vive.
  • Además, está enterito. Tiene todo el pelo, está flaco, ágil, buen mozo. Cantó casi 3 horas sin tomar un vaso de agua. Ni traspiró.
  • Los ingleses no traspiran. Eso es cosa de latinos.
  • ¿Qué sentirá un tipo que viene a cantar al “cul du monde”, y descubre que todavía llena dos estadios gigantes, con gente de todas las edades, que deliran por él, al cabo de tanto tiempo? Piensen que los Beatles arrancaron en los ’60.
  • Sin hablar de los que se quedaron afuera, porque no consiguieron entradas o porque se clavaron con entradas truchas. De terror.
  • Los trapitos se hicieron la América, a una gamba y media por auto.
  • Y, la viveza criolla no podía faltar. Es nuestra marca en el orillo.
  • Ví gente llorar a moco tendido, les juro.
  • ¿Y por casa?
  • Yo me contuve porque tenía pestañas postizas y no quería que se me despegaran
  • Qué tonta!Esas ocasiones hay que aprovecharlas para llorarse todo. Hace bien.
  • Eso sí. Le tiré un peluche. Pero no llegó. Creo que lo agarró Badía, o Charly.
  • ¿Podrá dormir Paul después de semejante recital? ¿Cómo hará con toda esa adrenalina? Hay que pasar de 50.000 personas a estar solo en un cuarto.
  • ¿Y quién te dijo que duerme solo? Deben hacer cola para acompañarlo.
  • ¿Se imaginan pasar la noche con él?
  • No, Vilma. Siempre es mejor la fantasía. No falla jamás. Por Paul: ¡Chin, chin!