por Irene Bianchi
  • ¡Dios mío! ¡Se fue noviembre! ¡Se piantó el año! ¡No lo puedo creer!
  • Es cierto, Cora. Da vértigo. Así se nos vuela la vida. En un santiamén.
  • Tenemos que quemar los últimos cartuchos, amigas, mientras nos quede algo de hilo en el carretel.
  • La Alfano no necesita de tus consejos, Pancha. ¿Vieron que se metió vestida en la pileta del Bailando? Se dio el gusto, la Grace. No se priva de nada.
  • Ojalá hubiera estado vestida ¡No tenía chabomba, la muy chancha! Se le vio todo. Me pregunto qué sentirán sus hijos cuando la ven en bolainas por la tele.
  • Vergüenza, qué van a sentir. Propia y ajena, pobres chicos.
  • Se está asegurando que el Cabezón le renueve el contrato para el 2011.
  • ¡Qué cosa, chicas! Ya no queda nada por exhibir públicamente.
  • Sí, Lía. El interior del cuerpo humano. Pero no creo que resulte muy erotizante.
  • ¿Esas minas no saben que insinuar resulta mucho más excitante que mostrar?
  • No le pidas margaritas a los chanchos, Delia. Para eso hace falta sutileza, clase y buen gusto, aspectos que brillan por su ausencia en la caja boba.
  • No todas son Alfanos, por suerte. La revista Time eligió a las 25 mujeres más influyentes del siglo XX. Entre otras: Cocó Chanel, la Madre Teresa, Indira Gandi, Eleanor Roosevelt, Margaret Mead, Aretha Franklin, Golda Meir, Virginia Woolf, Hillary Clinton, Madonna, Oprah Winfrey, Marie Curie…
  • ¿Esa no es una comparsa de Gualeguaychú?
  • No, bestia. La que vos decís es “Mari Mari”. La Curie ganó dos Premios Nobel.
  • Lo malo de esa lista, Cora, es que no incluye a ninguna mujer latinoamericana. La poetisa chilena Gabriela Mistral  ganó el Nobel de Literatura en 1945.
  • Tenés razón. Es bastante parcial. O miope.
  • Y nosotros tenemos a Alfonsina. No las vas a comparar con Belén Francese.
  • Belén debe ser discípula de la Alfano, que le hablaba a las tostadas.
  • ¿Les pondrán algo en la bebida a esos personajes? Están todos re-chapita.
  • No te confundas, Pancha. Se hacen los locos, pero tienen todo bajo control.
  • Eramos pocos, y ahora vuelve “Gran Hermano”, ¿se enteraron? No hay que cortar la cadena idiotizante. Termina Tinelli y arranca Rial. Es preciso mantener el encefalograma plano de los televidentes a toda costa. No sea cosa que hagamos un desarreglo y nos pongamos a pensar.
  • Al menos es más divertido ver nabos nuevos que figurettis archiconocidos.
  • Yo el plasma que me compré en cuotas para el Mundial, lo convertí en pecera. Me quedó pipí cucú. Cuando me canse, lo transformo en un retablo y le hago funciones de títeres a mis sobrinos nietos.
  • ¿Cuándo vas a blanquear a esos chicos, Lía? Son tus nietos. Asumíte, nena.
  • Hablando de señoras grandes bien conservadas, ¿la vieron a la Aguirre?
  • ¡Ay, Coca! Tiene cara de muñeca de cera. Parece la hermana mayor de Chuqui.
  • Pareciera que la inversión en “chapa y pintura” es inversamente proporcional al cultivo del espíritu y del intelecto.
  • No necesariamente. Una puede cuidarse, mantenerse bien, y agarrar un libro de vez en cuando. No son actividades incompatibles, ni están reñidas entre sí.
  • Chicas, ¿vieron el crucero gigante que llegó a Buenos Aires? “MSC Lírica”. Doce pisos tiene, 780 camarotes, y capacidad para 2069 pasajeros. ¡Un lujo!
  • ¿Y qué estamos esperando aquí? Vamos al puerto, a ver si hay pique! Chin, chin