• ¡Ay, chicas! ¡Qué desolación! ¡Ya no se puede creer en nada ni en nadie!
  • ¿Hablás de los políticos, Adri? Tenés toda la razón. Todos Pinochos.
  • ¡No! ¡Qué políticos ni políticos! ¿No se enteraron del romance entre Tom Cruise y John Travolta? ¡No lo puedo creer! ¡Ellos también!
  • Primero, no está chequeado. Segundo, yo me la veía venir.
  • Seamos sinceras, amigas. Desde que el machazo de Rock Hudson salió del placard, no se puede confiar más en nadie. Ponéle la firma.
  • ¿Pero se puede ocultar semejante secreto durante 30 años? ¿No es mucho?
  • Es que los americanos cuidan mucho las apariencias. Todos se quieren parecer a la Familia Ingalls, aunque se acerquen más a los Osbourne.
  • Para mí que les cayó mal la placenta que se morfaron. Porque los dos son fans de la Cienciología, ¿vieron?
  • ¿No estarán por estrenar una peli y resulta que todo esto es una estrategia promocional? No me extrañaría nada …
  • Yo no sé por qué se escandalizan, chicas. Si está todo bien, todo permitido.
  • La que nos está haciendo quedar como el traste es la Urraca griega. Primero, dijo que la contrató la Revista Playboy, y es un bolazo. Segundo, fingió un arresto, y el  supuesto cana que la esposó era un stripper, bailarín de caño.
  • Seguro que el uniforme del chabón se abría con belcro. Y abajo tenía una zunga atigrada diminuta, con una trompita de elefante.
  • ¿No habrá sido una puesta en escena que le montó Moria, su representante?
  • No creo. La Casán la puso en penitencia. Dijo que la iba a mandar al psicólogo.
  • ¿Al psicólogo? Esa mina necesita un Simposio. Con uno no alcanza.
  • A mi me volvió el alma al cuerpo desde que Guido Süller y Tomasito se desbloquearon del Whatsapp. Finalmente, se reconcialiaron.
  • Ahora que decís, con esto de la fiebre tecnológica, la gente habla tan raro. El otro día, iba en el bondi, y una piba le decía a otra. “¡Pero me clavó un visto!”. En mi época, decíamos: Me clavó un puñal, ponéle, o una daga, o una espina, pero “un visto” …¿Qué gracia tiene?
  • Como la canción de Calamaro, ¿se acuerdan?: “Flaca, no me claves, tus puñales en la espalda”. Poesía urbana.
  • La versión actualizada sería: ¡Flaca! ¡Claváme un visto! ¡Porfi!
  • ¡Ay! ¡No digas “porfi”! Detesto el “holis”, “amiguis”, “chiquis”, “finde” …
  • ¡Rescatáte, Tota! ¡Estás de la gorra, chabona ¡Sos cualquiera! Tomáte el palo, si estás ortiva! ¡Sos un garronazo! ¡Posta!
  • ¡Por Dios, Adri! ¡No hablés así! ¡Te contagiaste del argot adolescente!
  • Hay que aggiornarse, compañeras. Si no, perdemos el tren.
  • Con lo rico que es el idioma castellano. ¡Qué no se diga!
  • Mirá, si la tercera en la sucesión presidencial, se dio el lujo de llamar “animal” y “vago de miércoles” a un tucumano inundado, de ahí para abajo está “tudo bom, tudo legal”.
  • Pero pidió disculpas la Rojkés.
  • Sí, porque alguien la filmó y se filtró su enorme metida de pata. No porque estuviera arrepentida. Encima, le enrostró sus 10 mansiones a un pobre tipo que tenía el rancho inundado. Una joyita la Sra. Feudal tucumana.
  • Si al menos hubiera importado algunos camellos para los pobres tucumanos…
  • Al que dice mentiritas, le sale una jorobita. O 2, como al camello. ¡Chin. chin!