¡Odio cómo me veo en la pantalla, chicas! ¿A ustedes les pasa lo mismo? Parezco un fantasma. Y eso que me maquillo para zoomear con ustedes, eh. Pero no hay caso.
¿Y por qué ese pasamontañas, Tita? Si estás adentro. ¿Tenés frío?
No, estoy tratando de pegarme las orejas. Tanto usar barbijo, parezco Dumbo, les juro.
Te podrías poner una vincha. Cumple el mismo propósito y es más “cool”.
Yo estoy haciendo tapabocas con motivos navideños. Guirnalditas, borlitas, hasta lucecitas de colores intermitentes les pongo. Si gustan, pueden hacer sus pedidos anticipados con descuento, amigas. Incluyen pilas.
¿A las figuritas del pesebre también les pondremos barbijos?
¡Ni me hablen! ¿Vieron lo que dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus?
Y ése, ¿quién es? ¡Cuántas consonantes! Impronunciable.
¿Cómo quién es? Nada menos que el Director General de la Organización Mundial de la Salud. Un capo el tipo.
¿Dio un mensaje optimista con respecto a la maldita pandemia?
Al contrario. “No hay solución y quizás nunca la haya”, escupió sin anestesia.
¡Ah! ¡Pum para arriba! ¡Qué buena onda el chabón!.
Es la verdad desnuda. ¿O preferís que te mientan?
¡Toda la vida! Mentíme que me gusta, es mi lema.
Así te fue, Gladys. ¡Enganchaste cada bolacero!
Necesitamos que nos doren un poco la píldora, Moni. Tanta verdad es letal. Un cachito de esperanza, una palabrita de aliento. De ilusión también se vive, ¿o no?
Yo prefiero que me canten la justa. Así sé a qué atenerme.
Ah, sos de las que dicen que si acabamos con este virus, vendrán otros peores. Un cascabel.
Habrá que hacerse vegetarianas, chicas. O veganas. Porque todos estos bichos vienen de los animales. Y peor, si los comés crudos.
Pero te olvidás de los pesticidas que usan en los cultivos, Mecha. Y lo orgánico es carísimo.
Bueno, chicas, de algo hay que morirse. No nacimos pa’semilla.
¿Vieron que la pobre Nicole se lo agarró? Y eso que es re obse. Tenía siempre un rociador a mano y desinfectaba al que se le cruzaba, sin decir ¡Agua va!.
“Lavandina va”, diría.
En las redes la mataron a la blonda por el trato que le dio a su empleada, también contagiada. Como que la tenía encerrada en las dependencias de servicio, tipo rehén.
¿No era que no se podía tener personal de limpieza durante la cuarenterrrrna?
Una cosa es lo que se puede, y otra lo que se debe. Aquí cada uno hace lo que se le canta.
Aquí solamente no. Mirálo al viejo del Rey de España. Investigado por corrupción y escándalos, se rajó a un resort caribeño, tras meterle cornamentas varias a la pobre Sofía, regalarle millones de euros a su última amante, y poner en jaque mate a la institución de la monarquía.
La monarquía atrasa, chicas. Es demodé. En pleno siglo XXI resulta anacrónico que siga habiendo reyes, reinas, princesas, príncipes. Sólo aptos para Disney.
Y hasta ahí nomás. Las princesas de Disney ahora son feministas, guerreras, empoderadas. No buscan un Príncipe Azul, Ya se avivaron que destiñen inexorablemente.
Igual hay presidentes que se creen monarcas. Trompita Trump, sin ir mas lejos.Un yosapa.
Más respeto a los payasos, che. ¿O coincidís con Cristina, cuando dijo que comparar a un senador con un cómico es una ofensa? Hablaban de Mario Sánchez y su divertida sarasa.
¡Al contrario! Confío más en los cómicos que en muchos políticos. Lejos.
¿Y si brindamos por ellos? ¡Aguante el humor! ¡El mejor antivirus! ¡Chin, chin!