por Irene Bianchi
  • ¿Y, amigas? ¿Cómo nos fue en San Valentín?
  • A mí, pa’ atriqui. Con decirles que me regalaron un juguete erótico.
  • ¿En serio, Berta? ¿Y cómo sabés que es para atriqui?
  • ¡No, bestia! Quiero decir que esperaba algo más romántico. Flores, bombones.
  • Tal vez el que te lo regaló reconoce sus falencias con respecto a sus atributos.
  • Estás desactualizada, Berta. Ahora se estilan los regalos “hot”. De super onda.
  • Digan lo que digan, yo prefiero obsequios más sutiles, menos obvios.
  • Porque sos una reprimida. Además, el chocolate engorda y las flores se marchitan. En cambio, esos adminículos dan placer sin efectos colaterales.
  • Les confieso que yo ligué una bikini amarilla, con vibrador incorporado.
  • No seas chanta, Mariluz. Te la compraste vos. Te ví en la Sex Shop.
  • ¡Ah! ¿Eras vos la de las gafas oscuras enormes? ¿Y por casa …?
  • Entré a curiosear, con fines puramente investigativos. ¿Acaso no soy psicóloga?
  • Sí, claro. A otro mono con esa banana, Licenciada.
  • Chicas, ¿ustedes también cayeron en esta trampa del capitalismo marketinero?
  • Si hablás así es porque nadie te regaló nada, Nelly. De resentida nomás.
  • Hay otros temas mucho más graves e importantes que San Valentín, como el asunto del “auto aumento” de los legisladores, sin ir más lejos.
  • Favor que nos hacen. Ellos se aumentan la dieta y nos ponen a dieta al resto.
  • No sé cómo podés hacer humor. A mí me parece una inmoralidad.
  • Vos porque no tenés ni idea de lo que cuesta un Armani, Chela.
  • Busquémosle el lado positivo, amigas. Tratemos de enganchar un diputado.
  • ¡Claro! Todas para uno y uno para todas. Total, con uno alcanza y sobra.
  • No sé por qué criticás. Vos te “auto – aumentaste” el busto y nadie dice nada.
  • Porque lo hice a expensas de mi propio bolsillo, no del de los contribuyentes.
  • Además, con lo pijotera que es ésta, seguro que se puso gomas recapadas.
  • No la agredas, Chela, que la pobre está con estrés “post vacacional”.
  • ¿Es una joda, no? ¿Qué me queda a mí, entonces, que no salí de La Plata?
  • Y, vos seguro que sufrís de estrés “no vacacional”. No sé cuál es peor.
  • Cierto, porque cuesta uno y la yema del otro volver a laburar.
  • Y con esto del comienzo de clases en febrero, ni te cuento. Un bajonazo.
  • Demasiado temprano. Los chicos se van a achicharrar en las escuelas.
  • A mí no me importan los chicos. Me importo yo, que me voy a derretir.
  • Sobre todo cuando comparás tu suelducho de docente con el de los quetejedi.
  • Ustedes son unas malpensadas. ¿No oyeron la explicación del Presidente de la Cámara de Diputados? Así se van a evitar los sobresueldos y los sobornos.
  • Disculpáme, pero ese razonamiento no resiste el menor análisis, Berta.
  • A mí me asombra lo mansos que somos. Jarabe de pico. Hemos salido a la calle a abollar cacerolas por mucho menos que este atropello.
  • Es que hace mucho calor, Mariluz. No dan ganas de salir a protestar. Además, ¿qué cambiaría? ¿Vos te crees que darían marcha atrás con la medida?
  • Entonces, ajo y agua. Tenemos el Parlamento que nos merecemos. A llorar al campito, como dice Pachanito.
  • Galerita es otro que se fue de mambo con eso de que “la marihuana me pone más creativo y me ayuda a montar espectáculos maravillosos”. Justo ahora.
  • Se puede ser creativo sin consumir nada, pero convengamos que no la careteó.
  • Las caretas están permitidas. En este íspa, todo el año es Carnaval. ¡Chin, chin!