por Irene Bianchi
  • Se me hizo tarde, chiquis. No conseguía taxi por ningún lado.
  • ¿Cómo se te ocurre tomar taxi, Nilda? Con lo bocona que sos. Mirá si el tachero te graba, como a la pobre Carmencita.
  • No seas papanata, Mirtha. Eso estuvo todo armado pa’la gilada.
  • ¿En serio? No sé. Mirá que a veces a una se le da por contarle cosas personales al taxista. Matás 2 pájaros de un tiro: viaje y terapia al paso. Ahorrás guita.
  • Yo me saco el sombrero. La Barbieri es una capa.
  • ¿Capocómica, querés decir?
  • No, capa para sacarle partido a sus quilombos. Factura por todos lados.
  • Es cierto.  En el monólogo de su espectáculo lo deschava al ex como impotente.
  • Pobre Santiago. Parece que se quedó sin el pan y sin la torta.
  • Menos mal que no dijiste sin la vaca lechera, porque sonaría discriminatorio.
  • Y si lo del tachero es camelo, quizás lo de los cuernos es otro bolazo también.
  • La vida es un bolazo. Te cae una cagada de paloma en el coco y todos piensan que es un meteorito o un cacho de chatarra espacial. Estamos del tomate.
  • Ojalá llovieran tomates. El precio se fue a las nubes. Un lujo asíatico.
  • Volviendo a las delicias de la vida conyugal, ¿vieron que en Méjico proponen la opción del matrimonio renovable cada 2 años?
  • ¿Cómo un contrato de alquiler? No está nada mal.
  • Sí, pero ¿qué pasa con el depósito? ¿Y la garantía?
  • Pelito al cielo. Ajo y agua. Alpiste, perdiste.
  • Está bueno. Porque eso de “hasta que la muerte nos separe” suena tétrico.
  • Pero se les acaba el curro del divorcio a los leguleyos, pobrecitos.
  • Si seguimos así, las parejas van a tener cada vez menos hijos.
  • Ese ya es un hecho, Zule. En algunos países europeos la tasa de natalidad es negativa. Cada vez más gente longeva y menos descendencia.
  • ¿Qué opinan de la mina divorciada que decidió implantarse los embriones congelados de su ex, y la Justicia la autorizó?
  • Un disparate, porque el tipo no estaba de acuerdo. Es casi una violación.
  • No hay que andar congelando semillitas por ahí. Después brotan y te reclaman.
  • ¿Y Lulipop, que quiere inseminarse artificialmente para ser mamá?
  • Lo que pasa es que como esa chica es toda plástica, debe estar impermeabilizada por dentro, así que nada le llega por vía natural.
  • ¡Cuántas caras de teflón en el ambiente! No se les mueve ni un musculito.
  • A los candidatos, menos. La ciudad parece un album de figuritas gigantes, ¿vieron? Todos con esas sonrisas blanqueadas, intentando seducir al indeciso.
  • Es contaminación visual. ¿No hay leyes que la prohíben?
  • Sí, pero no en plena campaña electoral, viva. Siempre habrá hijos y entenados.
  • ¿Qué les pareció la vuelta de “La Biblia y el Calefón”?
  • Habrá que darle tiempo, pero Wainraich no le llega ni a los talones a Guinzburg. El petiso tenía un ingenio, una rapidez y una picardía impardables.
  • Es de los tipos que rompieron el molde. Como Olmedo, Niní Marshall, Tato.
  • Me pregunto qué se les dio por repetir ese formato, sabiendo que las comparaciones iban a ser odiosas e inevitables. De kamikazes nomás.
  • En este país discepoliano, todo vale. Por Cambalache. ¡Chin, chin!