Chicas, con una mano en el corazón, ¿no tienen
ganitas de rajarse a la eme?
¿Rajarse del país o bajarse del planeta? Porque
convengamos que el horno no está para bollos en ninguna parte, Manucha.
¡Cierto! Parece que hicieron una casting de
locos magalómanos para dirigir los destinos del mundo, ¿no?
Y sí. Jair Bolsonaro, sin ir más lejos, dijo que no aceptará la
ayuda que le prometió el G-7 para combatir el fuego en la Amazonia si su par francés, Emmanuel Macron, no le pide
disculpas.
¿Quién se cree que es?
Si se le parece al Pato Donald, debe pensar que es “el elegido”.Trump se
definió así, ¿pueden creerlo?
Trump nunca debió salir del reality que hacía en
la tele. Se lo comió el personaje.
Pensar que tipos como ésos tocan un botón y
volamos todos por los aires.
¿Y por casa, cómo andamos?
Como el culo. Con perdón de los culos, que no sé
por qué tienen tan mala prensa.
Qué pena. Yo pensé que el candidato de Cris iba
a intentar ser más moderado, a calmar los ánimos, a achicar la maldita grieta.
Pero no hace más que echar leña al fuego.
Tenemos nuestro propio incendio, Mecha. Y los
compañeros no traen baldes de agua sino bidones de nafta. No ayudan.
Más que “riesgo país”, el nuestro es un país en
riesgo. Siempre. Desde que tengo uso de razón.
Igual, no sé qué apuro tiene la oposición para
agarrar esta papa caliente. No quisiera estar en los zapatos del que ligue el
timón de esta nave de locos.
Pero hay locos lindos. ¿Saben para mí cuál es el
personaje de la semana? El cerrajero que llevó el abogado de Maradona a casa de
Claudia Villafañe para recuperar las camisetas, banderines y botines del 10.
¿Por qué se lució? Si no hizo falta que rompiera
la cerradura. No abrió por la fuerza.
¿No lo vieron? Tenía puesta una remera ploteada
con su nombre y su celular. Es su propio agente de prensa. Como sabía que iban
a estar todos los medios, el chabón aprovechó la volada para promocionarse. Un
genio. Una especie de “hombre sándwich”.
Somos ingeniosos. Lástima que la viveza criolla
que nos caracteriza no alcanza para sacar el país adelante. Volamos bajito.
No se depriman. Hemos salido de momentos peores.
Somos resilientes como las cucarachas, a prueba de insecticidas potentes y de
políticos impotentes.
¿Nos dará pelota el FMI, o nos dará la espalda?
Más abajo, nena. Donde la espalda cambia de
nombre.
FMI. ¿Es
la sigla de Fin del Mundo Inminente?
¡No sean apocalípticas, chicas! Todo pasa, como
figuraba en el anillo del finadito Grondona.
Antes lo dijo Antonio Machado, y aún hoy lo
canta el Nano. Me caen mucho mejor estos tipos que el extinto capo de la AFA.
Con Grondona “tengo algo personal”, diría Serrat.
¡No vas a comparar! En medio de tanto
excremento, el arte en todas sus facetas es lo único que nos salva.
Por eso. Hay que resistir. Hacer la plancha.
Desensillar hasta que aclare, como aconseja
el Martín Fierro.
Lo bueno de esta dieta obligada, es que vamos a
llegar esbeltas al verano. Hay que verle
el lado bueno a la crisis.
Yo ya emparché la pelopincho. Menos mal que no
la regalé el año pasado.
Y septiembre levanta el ánimo, ¿no? Entibia un
poquito el corazón con agujeritos.
¡Mozo! ¡Coctel primavera para esta flores de la
costa! ¡Chin, chin!