por Irene Bianchi

       ¡Ay, chicas! ¡Por fin salió el sol! En lugar de pelo me creció musgo enrulado.
       Es cierto. Yo me di cuenta que no podría vivir en un país nórdico. ¡Qué depre!
       Es que el clima tienen mucho que ver con la idiosincrasia de los pueblos. ¿No vieron que los brasileros andan siempre ligeritos de ropa “sambando na praia”
       Hablando de “praia” y de gente ligera de ropa, ¿qué les parece si vamos a las termas marinas de San Clemente, a descontracturarnos un poco?
       ¡Ni loca! En esos lugares se te cae la libreta cívica. La edad promedio es de 70. No levantás nada. Mucho menos el ánimo. No hay pique, Stella Maris. Un bagre o una vieja del agua, en el mejor de los casosUn target deplorable.
       Coincido, Roxi. Ir a las termas es el pasaporte a la tercera edad. Boleto de ida.
       Yo fui una vez. Me sentí protagonista de la peli “Cocoon”, ¿se acuerdan?
       Sí, la de los viejitos del geriátrico que descubren la fuente de la juventud eterna.
       Sólo que de las termas salís arrugado como pasa de uva. Mucho huevo poché.
       ¡Ay! ¡Qué impresión! ¡No seas tan gráfica!
       Bueno, propongan ustedes otro lugar. Yo necesito escaparme de tanta pálida.
       ¿A qué te referís, puntualmente? ¿Al impuestazo al campo? ¿Al aumentazo del monotributo? ¿Al agua bonaerense, que te la cobran como agua de manantial? ¿A las restricciones para comprar dólares?
       ¡Sh, zarpada!¡No digas esa palabra que está prohibida! Decí lechuga si querés.
       ¿Por qué? Si Hannibal y todo el Gabinete ahorran en dó… digo, lechuga.
       El otro día escuché a un arbolito cantando: “Di blu, dipinti di blu”, al mejor estilo Domenico Modugno. La viveza criolla no tiene techo.
       Tu nombre va a estar otra vez en boca de todos, Amparo. Es cíclico, ¿viste?
       Hay que reconocer que los funcionarios manejan la ironía y la ambivalencia como nadie. Cobrarle “ganancias” a los jubilados, por ejemplo, es casi tan cruel como regalarle soquetes a los angoleñitos descalzos.
       Si hablamos de cosas raras, el que no tiene reposo es el pobre Reposo.
       Más que Reposo, debería llamarse Repaso. Le hubiera hecho falta. Dicen que se recibió de abogado con 4,7 de promedio. No le dio para el Cuadro de Honor.
       Hablando de cosas que no pegan ni con cola, ¿los vieron a Belén Francese y a Rodrigo De la Serna, chapando después de los Martín Fierro?
       ¡Qué raro! Uno tan “cool” y otra tan popu. Sería como que Mike Amigorena se apretara a una de las urracas Xipolitakis.
       Estaban muy copeteados, chicas. A cierta hora de la madrugada, todo vale. No hay prejuicio que valga.
       Es simple. Al “cool” le habrá gustado el ídem de la poetisa Francese.
       La China Suárez ya fue solita. Cabrón lo miró por TV. Les veo poca vida.
       Ojalá la bebita que está por parir Dense Dumas le traiga un diccionario de sinónimos debajo del brazo, así se entera que además de “increíble”, puede decir: impresionante, incomparable, insuperable, inigualable, inimitable, hermoso, sublime, precioso, bello, soberbio, magnífico, maravilloso, entre otros
       ¿Qué pretendés? Los conductores de la tele son limitaditos por definición. No le pidas peras al olmo, Stella Maris.
       ¿Vieron que no vuelve la Su?¿Qué haremos sin los almuerzos y sin los Susanos?
       Empacharnos de llanto forzado y emoción de utilería. ¡Chin, chin!