por Irene Bianchi
  • ¿Y, chicas? ¿Qué les trajeron los Reyes Magos?
  • A mí, cuentas y más cuentas, Y como los cajeros no largan ni un mango, no sé cómo voy a hacer para pagarlas. Estoy en default, en contra de mi voluntad.
  • ¡Qué locura lo de los Bancos, ¿no?! O te retienen la guita, o no le dan bola a las alarmas antirrobo. Boqueteros de parabienes. Esos sí que ligaron bien.
  • Son unos topos esos tipos. Otra que el túnel subfluvial. Un trabajo de estrategia y de ingeniería fenomenal. ¡Qué logística, mama mía!
  • ¿Será cierto que ellos mismos habían alquilado un par de cajas unas semanas antes, y habían metido censores para rastrearlos por GPS en la oscuridad?
  • El riesgo era que la gallega buchona los deschavara con su “¡Recalculando!”.
  • ¿Habrán parado la excavación para brindar? Porque recibieron al 2011 ahí.
  • ¡Ay, pobrecitos! ¡Qué bajón! No seas cursi, Lore. Se estaban asegurando vivir como reyes por el resto de sus vidas. ¿Qué podía importarles el año ñuevo?
  • ¿Se dan cuenta que una no sabe qué hacer con los ahorros? Si los llevás al Banco, te la chafan los chorros, te la “acorralan” o te la dan a cuentagotas. Si la escondés debajo del colchón, no podés salir ni a la esquina, por miedo a no encontrar nada a la vuelta. ¿Qué alternativa queda?
  • Patinártela todita, Leti. Gastarla. Derrocharla a cuatro manos. Convertirla en pilchas, viajes, chupi, morfi, chongos.
  • ¡Epa, epa! ¡Cómo arrancamos el año, eh! Tirando manteca al techo.
  • ¡Por cuatro días locos que vamos a vivir! Disfrutemos, chicas, que en cualquier momento explota el planeta y nos encuentra con el pescado sin vender.
  • Hablando de chongos, ¿vieron que en el nuevo reality del 13 hay un taxi-boy?
  • No sólo eso. También hay un Mister Córdoba Gay.
  • No, Pilu. Estás confundida. Ese es Emiliano, un “hermanito” de la Casa.
  • Te digo que es otro, Leti. Este se llama Benjamín. Y está Julieta, la transexual.
  • No, Pilu. Ese es Alejandro, otro de Gran Hermano, que tiene disforia de género.
  • ¡Qué mescolanza, chicas! ¡Me marearon! Digo yo: ¿heteros no aceptan?
  • ¡Sh! ¡No discrimines, retrógrada! ¡Aggiornate, nena! ¡En pleno siglo XXI!
  • No discrimino. Pregunto, simplemente. Estamos quedando fuera de concurso.
  • Es que parece que la tele estival sigue subiendo la apuesta al límite. Un carilindo de GH confesó públicamente que se transó a una oveja, ¿sabían?
  • ¿En serio? ¡Qué zarpado! ¿De qué le sirve la facha, entonces? Seguro que ni le pidió permiso al pobre animalito de Dios.
  • Ahí tendrían que salir a chillar las asociaciones de protección animal, ¿o no?
  • Y la Canosa, que se fue de mambo cuando le dijo al chico que le falta un brazo: “¡Ay! ¡Qué divino cómo aplaude! ¡Lo quiero!” Me dio vergüenza ajena.
  • Al lado de la ex – clorada, Anabela Ascar parece Magdalena Ruiz Guiñazú.
  • A mí me preocupa pensar que esos pibes son representativos de la sociedad.
  • No te equivoques. Eligen los casos más llamativos. La idea es escandalizar.
  • Un reality de nerds sería muy aburrido, Pilu. No mediría nada de nada.
  • Sí, claro, pero también hacen falta ejemplos de pibes que se rompan el alma laburando, ayudando al prójimo, o quemándose las pestañas para estudiar algo y convertirse en profesionales útiles. Estos “realities” son posgrados de vagancia, no me jodan. ¿Vieron cómo destrozaron la Casa los “hermanitos”?
  • Algo habremos hecho, por error u omisión. Ahora, ajo y agua, ¡Chin, chin!