por Irene Bianchi
  • ¿Vieron, chicas, cuántas reconciliaciones en el ambiente? Ni que hubiera llegado la primavera. El Cholo y la Chola, Shrek y la Electro-Star, la maléfica Silvina y el angelical Matías, el Cabezón y su ex …
  • Son bolas que se corren, Yoly. Nada confirmado. Van y vienen. Histeriquean.
  • No sé ustedes, pero yo estoy feliz con lo del matrimonio gay.
  • ¿En serio, Chichita? No te hacía tan abierta.
  • Soy abogada. Me viene como anillo al dedo. Más casamientos, más divorcios.
  • ¿Quién te dice? En una de ésas, resultan más duraderos que las parejas hetero.
  • ¿Todos se casan menos nosotras, chicas? ¿Se dan cuenta que cada vez tenemos menos chances de ligar algo? Ni amigos gays nos van a quedar. Van a estar ocupados, atendiendo y mimando a sus flamantes cónyuges.
  • Cierto.  Antes, por lo menos, nos servíamos de oreja, nos contábamos las cuitas.
  • Dejálos que se casen, nomás, que ya se van a arrepentir.
  • Claro. Sobredimensionan la importancia de esa conquista social, porque hasta ahora les estuvo vedado. Todo lo prohibido atrae. Una vez que lo conseguís, ya no tiene gracia. Pierde su encanto. El Príncipe vuelve a ser sapo.
  • ¡Qué visión más pesimista, che! ¡Que no se diga!
  • Y, bua. Cada cual cuenta la feria, según le va en ella, como dice el refrán.
  • ¡Cómo han cambiado los tiempos! Cuando nosotras salíamos a bailar, las típicas preguntas eran: ¿Trabajás o estudiás? ¿De qué signo sos? ¿Los Beatles o los Rolling? ¿Pincha o Lobo?
  • Ya sé adonde apuntás: ahora habría que agregar: ¿cuál es tu preferencia sexual? Digo, para no perder tiempo.
  • No sean retrógradas, amigas. Es mejor así. Que salga todo a la luz. Cada cual tiene el derecho de vivir e intentar ser feliz a su manera. Basta de hipocresía.
  • Tenés razón, Pupi. Miráme a mí si no. Yo soy zurda contrariada.
  • ¿Por qué? ¿Tus viejos eran gorilas?
  • No. Me ataban la izquierda para que usara la derecha. Así quedé.
  • Ah, claro. De ahí viene tu confusión ideológica. Un día apoyás a Macri, y al siguiente, sos fan número uno de Pino Solanas.
  • Hablando de política, ¿vieron que Fantino quiere ser Gobernador de Santa Fe?
  • Obvio, si en la política son todos “animales sueltos”. Entrenamiento no le falta.
  • Si sigue con la tónica de su programa, ¡otra que las partusas de Berlusconi!
  • El tano se fue de boca otra vez. Tendría que autoimponerse su polémica Ley Mordaza. Descalificó a una diputada de la oposición por “fea”.
  • No es por defenderlo, pero la mina es medio bagayo. La verdad no ofende.
  • Ahora hay que cuidarse con los apelativos. No podés usar términos como: flaquita, gordi, pelado, negri, peti, porque te comés una denuncia en el INADI.
  • ¡Tampoco la pavada, che! Si a un pelirrojo le decís “colo”, simplemente lo estás describiendo, no insultando ni menoscabando. No nos vayamos de mambo.
  • Chicas, volviendo al casamiento gay, ¿y si nos convertimos en “gay wedding planners”? ¡Hay que aprovechar la volada! Van a tirar la casa por la ventana.
  • ¿A que te inspiraste en la primera escena de “Sex & the city 2”?
  • Algo así. No hablo de contratar a Liza Minelli, porque no nos daría el cuero, pero podría ser… Valeria Lynch, o Violeta Rivas … A falta de pan…
  • ¡No lo digas! Evitemos las obviedades. Por nuestra nueva pyme. ¡Chin, chin!