por Irene Bianchi
  • ¿Qué estás leyendo, Pilu? Raro vos con un libro. No te tenía.
  • Una novela erótica. No saben. ¡Requetehot! Me tiene atrapada.
  • ¡Ah! ¡Por eso lo forraste en papel madera, pilluela! Te da vergüencita.
  • Es la segunda de una trilogía. Si quieren, después se las voy pasando.
  • ¿Qué pasa que a todas las minas se les dio por los libros quenchis este verano? ¿Están todas cachondas o qué?
  • ¿Será que a falta de hombres, sublimamos con la literatura?
  • Yo de adolescente me tragué todas las de Corine Tellado. ¿Ustedes no?
  • Pero ésos eran romanticismo puro. Los de ahora son recontra explícitos.
  • Como todo. Ya no hay lugar para el misterio. Se corrieron todos los velos.
  • Hablando de falta de sutileza, ¿lo escucharon al chocolatero detallando los pormenores de su relación amorosa con el pendejito de turno? Qué cosas sí, y cuáles todavía no. Tres de la tarde, con sus mellicitos correteando alrededor.
  • ¿Creerá que esas declaraciones llevarán más público a su cena show?
  • Lo dudo. La temporada se está yendo a pique como el Titanic. El presidente de Adet admitió que arrancaron un 50% por debajo del verano pasado. Dijo que no logran entender por qué.
  • Si quiere, yo le contesto cantando: ¿Dónde hay un mango, Viejo Gómez/ Los han limpiao con piedra pómez. Elemental, Watson, digo, Rottemberg.
  • No sólo eso. La cantidad de casas y departamentos que no se alquilaron, no se puede creer. Se zarparon con los precios, y se quedaron bañados, sin visita.
  • Habrá que bajar el copete. Como el intendente de Necochea, que inauguró con bombos y platillos nada menos que una Pelopincho. Ese es el nivel de la temporada 2012-2013. Eramos tan pobres, acotaría el genial Olmedo
  • Hablando de pobres, ¿lo escucharon al Diego criticando a los que se oponen al Gobierno, y no saben hacer ni una sopa ni un guiso?
  • ¿Sopa y Guiso son materias universitarias? ¿Aprobarlas será un requisito indispensable para aspirar a ocupar un cargo político? Me desayuno ahora.
  • No hay que darle entidad a sus dichos. Mientras jugó bien a la pelota, era entendible endiosarlo. El resto es para el olvido. Ya fue.
  • Otro que está para el olvido es el viejo y glorioso cucurucho. Ha sido desplazado por el vulgar y utilitario ¼ kilo. Habría que hacerle un desagravio.
  • No vas a comparar. El telgopor no se come ni te depara la sorpresa de ese restito de helado, esperando en la puntita. ¡Cómo gusta, cómo incita!
  • ¿Y qué me cuentan de los trenes chinos que se vienen?
  • Una duda me carcome: ¿tendrán ventanillas apaisadas, para ojos rasgados?
  • A vos te llega a agarrar el Inadi y te dan perpetua.
  • Che, cambiando de tema, ¿a ustedes les llegaron las facturas?
  • Ni me las nombres. Yo estoy a dieta. ¡Mi reino por una bola de fraile!
  • ¡Las cuentas, Pochita Morfoni, las cuentas! ¡Las boletas!
  • ¡Ah! No. Ahora que decís, no.
  • Son de no creer: no te mandan la factura, no te avisan y te cortan el servicio.
  • Lógico. ¿O acaso no somos todos miembros de la OSA, como dice Hanglin? La Organización del Sufrimiento Argentino. Nos curten pasacarnos buenos.
  • Miremos lo positivo: el que no se fue de vacaciones, se broncea en las colas.
  • Brindo por todos nosotros, pobres Consumidores Consumidos. ¡Chin, chin!