por Irene Bianchi

       ¿Se enteraron, chicas? ¡Finalmente, lo encontraron!
       ¿Qué encontraron, Nenina? ¿El eslabón perdido? ¿Vieron que Darwin tenía razón y que lo de Adán y Eva era un cuentito?
       ¡No! ¡Eso no! Algo mucho más oculto.
       Ya sé. No me digas. Las manos de Perón. ¡Qué oportuno! Justo para el lanzamiento de la “Juan Domingo”. Les viene como anillo al dedo a los muchachos.
       No, tampoco eso. A ver, ya que se creen tan vivas, sigan adivinando.
       Lo tengo. Los restos del Arca de Noé. Si la reconstruyen, yo me embarco con mi gata, porque a este paso, el planeta tiene las horas contadas.
       ¡Qué apocalíptica, Julita! No. Frío, frío.
       ¿A que lo confundieron a Facundo Arana con el Yeti y cantaron victoria?
       No, pobre Facundo. Después de ésta, se le acabaron las ganas de escalar.
       ¿No me digas que encontraron al Hombre Lobo, Nenina?
       Sí, en el fiasco de Canal 13. Heredia parece un Alph de segunda selección.
       Che, nos damos por vencidas. Terminála con el misterio. ¿Qué encontraron?
       ¿Están listas? Ahí va. ¡El “punto G”!
       Je je je. No me hagas reír. Es un bolazo. Un cuento chino. No les creas.
       En serio, Flora. Es científico. Parece que hicieron una disección de la pared interior de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años, y lo localizaron.
       ¡Qué asco! ¡Encima en un fiambre! ¡Qué morbosos! ¿Y cómo saben? No creo que la muerta haya dado señales de vida, ¿no? ¿O acaso reaccionó?
       No seas chancha, pobre mina. Por la edad que tenía, seguro que ni llegó a experimentar un mísero orgasmo. Se habrá limitado a cumplir con el débito conyugal, sin demasiado esmero ni entusiasmo.
       El placer sexual está sobrevaluado, chicas. No es para tanto.
       Vos me hacés acordar a la fábula de Esopo, “La zorra y las uvas”. Como no podía alcanzar el racimo, dijo: “No me gustan. Están demasiado verdes.”
       Pregúntenle a Rial si está sobrevaluado. ¡Se está comiendo un carocito!
       Ojo que parece que a los 50, a los tipos les agarra el viejazo y te cambian por una de 25.
       Antes era la crisis de los 40, ¿se acuerdan? Ahora se atrasó una década.
       Pero si una de nosotras se muestra con un pendex, hacemos el ridículo.
       Es que “maduro-jovencita” da “cool”. En cambio, “veterana-pibe”, patético.
       ¿Qué quieren que les diga? Yo le envidio esa sonrisa de oreja a oreja a Jorgito.
       Pero ¿cuánto le va a durar, Flora?
       Y, dicen que el enamoramiento dura máximo 3 meses, porque el cuerpo no aguanta tanta felitelilamina. Ahí, el príncipe azul vuelve a ser sapo, y el Mini Cooper, se convierte en calabaza. O en zapallito.
       ¿Qué importa? Mientras tanto, ¿quién te quita lo bailado? La cordobesita se debe sentir Cenicienta, y el chimentero sacó chapa de matador.
       La que lo va a matar es la ex. Está que trina. Parece que se enteró por los medios.
       Dirán que soy una romántica incurable, pero esta vez, brindo por los cuentos de hadas, aunque duren lo que una ventosidad en una espumadera. ¡Chin, chin!