¡Mejor! ¡Con el ofri que hace, que se vaya pronto!
El frío del bolsillo me preocupa. Estoy más seca que lengua de loro.
Seguro que antes de las PASO nos tiran una moneda. Es de libro, ¿viste?
No se puede creer que el kilo de pan esté a 100 mangos, che.
No compres. Engorda.
Y la leche a $75. Ni hablar de la carne.
Que yo sepa, vos no tomás leche, Gladys. Y además, sos vegetariana.
No importa. Lo que quiero decir es que lo básico está por las nubes.
Habría que pedirle a esos magnates que pagan millones de dólares para darse una vueltita por el espacio, que donen esa guita a los países pobres.
¡Sí, claro! Y te van a dar bola…
Yo tengo una idea. Como en este grupete somos todas viudas, divorciadas o solteronas, perdón, solteras, podríamos juntarnos y vivir en comunidad en una sola casona. Nos ahorraríamos un choclo de alquileres, servicios, expensas, impuestos, y nos haríamos compañía.
¿Te parece? Creo que nos agarraríamos a las piñas a la primera de cambio. Como en las listas de candidatos. ¡Hay unos rejuntes que mamma mia! Milanesa con dulce de leche.
Otra cosa, chicas. El tema es el baño. ¿Uno solo para tantas?
¿Qué? ¿Te agarró la gran Nicole?
¿Kidman?
¡No! Neuman. Confesó que si hay una cosa que la deserotiza cuando está en pareja, es ir al baño. En los 10 años que estuvo casada con “voz de pito Cubero”, nunca hizo “number 1” ni “number 2” con su dorima cerca.
De cuescos ni hablar, ¿no?
¡Ni Dios permita!
Pero esa chica ¿nunca comió guiso de lentejas o pizza con faina?
Seguramente sí, pero se iría a otro ambiente a soltarlos. Dijo textualmente “lo escatológico me la baja”.
¿Qué cosa le baja?
No sé… Será la libido.
Igual, chicas, en nuestra futura vivienda compartida, sólo seremos minas.
¿Vos decís que no podrá entrar ningún tipo?
¿Te referís a … visitas higiénicas?
¡Ay! ¡Eso suena carcelario! ¡Qué asquete!
¿Se enteraron de las visitas nocturnas a Olivos durante la cuarentena?
Ni idea. ¿Quién iba?
Una modelo. Fue más de 60 veces. Llegaba a las 22 y se retiraba a medianoche, antes de que su auto se convirtiera en calabaza.
¡Justito! ¡Un turno!
No seas malpensada. Tal vez es asesora, o secretaria privada. O amiga de la señora.
Igual, chicas, volviendo a nuestro proyecto, no les aconsejo que dejen entrar a un festejante a nuestra casa, porque es probable que nos lo disputemos. Tenemos más hambre que radical del 30.
Hablando de radicales, creo que alguien le debería recordar a Manes que hablar de neurociencia durante una campaña en Finlandia, vaya y pase. Pero acá hay medio país por debajo de la línea de pobreza, que tiene que morfar para poder pensar.
¡Qué arpía! A mí me cae fenómeno. ¡Y tan buen mozo!
A vos cualquier bondi te deja bien, Gladys. Brindemos por nuestra “Casa Pueblo”, con permiso de Páez Vilaró. ¡Chin, chin!