• ¡Regalitos para todas! Un anotadorcito para cada una. Hechos por mí.
  • ¡No te hubieras molestado, Gladys! ¡Qué rústicos …!
  • Si es para la lista del super, amiga, te hubieras ahorrado el trabajo. Últimamente, ni listas hago. Como sólo compro un par de cosas, me acuerdo.
  • ¡Qué lista del super ni lista del super, Nelly! No seas tan prosaica.
  • Seré curiosa: ¿lo de prosaica es por el prozac que consumo?
  • Es para que anoten sus deseos para este año en pañales.
  • Diste en la tecla. Mi primer deseo es no tener que usar pañales en 2015.
  • ¡Por Dios! ¡Vuelen un poco más alto, chicas! No sean rastreras.
  • ¿Para estrolarnos contra el sopi? No, gracias. Dejáme al ras del suelo.
  • ¡Hay que animarse a soñar a lo grande, amigas! Para achicarse, siempre hay tiempo. ¿Quién nos quita lo soñado?
  • Bueno, está bien. Pero ¿qué hacemos? ¿Sueños individuales o compartidos?
  • Uno y uno. Hagamos una ronda. Empiezo yo. En lo personal, salud. Para el íspa, un milagrito del Papa Pancho: pelearnos menos, convivir respetuosamente en el disenso, y tirar del carro todos para el mismo lado.
  • Eso más que un milagro es ciencia ficción, Moni.
  • ¡Sh! ¡No seas cortamambo! Prohibido censurar o juzgar los deseos de las demás. ¡Vamos! ¡Que no se corte! ¡Que fluya!
  • Ok. Ahí van los míos. Adelgazar 6 ó 7 kilitos, y que no me afanen.
  • Te falta el deseo para los demás, Ceci.
  • Bueno, que no afanen en mi barrio. Listo.
  • Me toca a mí. Cambiar mi cascajo modelo ’94, y que no aumente la nafta.
  • Yo empiezo por el global: que no haya tantos cortes de luz. Y, si los hay, que me pueda comprar un grupito electrógeno.
  • Yo deseo no estrenar patas de gallo ni arrugas nuevas, y que se nos desarrugue el alma colectiva.
  • ¡Qué poetisa, la petisa! Yo voto por la no inflación. Ambas dos: la de mis rollitos y la de los precios.
  • Yo, por el no careteo. No caretearla y que se caigan las caretas de todos los candidatos, y los veamos en crudo, sin maquillaje, al natural.
  • Yo quiero caminar más y que nos caminen menos.
  • Yo, cambiar las puertas de mi casa, podridas por la inundación, y que saquen las puertas giratorias de las comisarías y de las cárceles.
  • Yo quiero nietos, y que no haya niñitos mendigando por las calles.
  • Yo cambiar la tele por una más grande, y que se acaben los Redrado-Gates, los Granata-Gates, los Boludomans, las peleas berretas de mediáticos berretas, los conductores chismosos que extorsionan, las urracas griegas siliconadas, los que hacen catarsis por TV en lugar de garpar un buen terapeuta, los que dan lástima y vergüenza ajena, el humor de los noticieros, la repetición de “Casados con hijos”, el insufrible tono de Guido Kaczka, los intentos fallidos de Julián Weich …
  • ¡Pará, fanática! ¡No te van a alcanzar las hojitas! ¡No acapares, morfona!
  • Yo, redecorar mi casa, y una ciudad con menos escenografía y más obras de infraestructura.
  • ¡A brindar por este 2015, entonces! ¡Por cada uno y por todos! ¡Chin, chin!