por Irene Bianchi
  • ¡Qué tiempo loco, ¿no?! El 21 de septiembre, de ojotas y corpiño calado. Al día siguiente, gorro, guantes, bufanda y galochas. ¡Cómo para no apestarse!
  • Lógico. El tiempo en este ispa es como sus habitantes: bipolar. Pasa de la canícula al tornillo en un santiamén, como nosotros del derrotismo a la euforia.
  • ¿Y qué preferís? ¿Ser un equilibrado aburrido? Somos sanguíneos, Tota.
  • Che, no saben lo que se perdieron por no acompañarme el sábado al Planetario
  • ¿Al Planetario? ¡Qué aburrido! El Observatorio platense le pasa el trapo.
  • ¡Otra que aburrido! Fui a la “besada lésbica multitudinaria”. Un espectáculo.
  • ¿Y desde cuándo jugás para el otro equipo, Laurita? Avisá, che.
  • No te piden credencial, Leonor. Podía ir cualquiera. Fui para chusmear, nomás.
  • ¡Sos morbosita, eh! Tenés un criadero de ratones en el marote ¿Qué te pareció?
  • Raro. Tantas minas chuponeándose. Me sentí sapo de otro pozo.
  • No sean retrógradas. ¿Acaso ellos no salieron del placard? ¿Por qué ellas no, entonces? La libertad es libre. Cada uno hace con su sexualidad lo que quiere.
  • Tenés razón.Lo que pasa es que nosotras venimos de mediados del siglo pasado. Todo de escondía, se ocultaba, se tapaba. Doble moral a la orden del día.
  • Aún hoy. Los principales clientes de las travestis son señores casados con hijos.
  • Querrán tener lo mejor de los dos mundos, sin renunciar a nada.
  • Y ahora se volvió a poner de moda el “petting”.
  • ¿El pete? Que yo sepa, nunca cayó en desuso. Al contrario.
  • ¡Si serás ordinaria! “Petting”, Tota. Una práctica erótica de los ’70. Caricias, besuqueos, mimos, masajes. Eso sí, sin penetración.
  • ¡Ah! ¡La vieja y gloriosa franela! El zaguaneo.  Más viejo que la escarapela.
  • Pero éste puede incluir disfraces, chiches, geles, cremitas, plumitas.
  • ¡Cuánto trabajo! ¿No les parece que el tema del placer sexual está un poco sobrevaluado? Habiendo tanta buena heladería en la ciudad.
  • Ese petting es el mismo perro con otro collar, no me jodan. ¿O acaso ustedes no apretaban con los lentos? The Mammas & the Pappas, Engelbert Humperdinck, Luigi Tenco, Salvatore Adamo, Tony Bennet. ¡Cómo chapábamos, mamma mia!
  • Todo eso se perdió. Ya no hay más previa. Ahora se va a los bifes de una.
  • ¡Si nos habremos puesto de novias en los picnics de la Primavera!
  • Volvíamos a casa con la ropa y el pelo llenos de pastito y ramitas. Y una sonrisa de oreja a oreja. La cabeza llena de pajaritos y el corazón contento.
  • Aunque estemos veteranas, amigas, la primavera nos sigue mejorando el humor.
  • Y sí. Porque pasás de una película en blanco y negro a otra technicolor.
  • No sólo eso. Las flores, los aromas, la ropa, la luz, todo te levanta el ánimo.
  • A Cormillot la estación del amor le sienta bien ¿vieron? Con 73 pirulos, se está comiendo un bomboncito de 31.
  • Obvio. La dieta de carnes jóvenes y magras. No te olvides que es nutricionista.
  • ¿Será el tap que lo mantiene vital y lo vuelve irresistible?
  • No. Más bien, la cuenta bancaria. Factura como loco el tordo.
  • Otros que se largaron a coquetear como locos son los candidatos de la oposición. Juegan a las esquinitas. Flirtean con uno y con otro, como picaflores
  • Es que se les viene la noche. Necesitan un palenque donde rascarse.
  • ¡Rascar! También así se decía. Y transar. Como los políticos. ¡Chin, chin!