• Feliz primavera, chicas! ¡A florecer se ha dicho! ¡Fresias para todas!
  • ¡No te hubieras molestado, Delia! ¿Para qué te pusiste en gastos?
  • “Por cuatro días locos que vamos a vivir, por cuatro días locos, te tenés que divertir”, como cantaba Alberto Castillo. La mortaja no tiene bolsillos.
  • Además, con el dólar a 15 mangos y la inflación galopante, nos queda poco.
  • ¡Tocáte la izquierda, Vilma! ¡Que la boca se te haga a un la’o! Todavía tenemos cuerda para rato. No nos van a exterminar así nomás.
  • Yo no estaría tan segura. Esta gente no hace otra cosa que echar leña al fuego.
  • En el fondo, nos hacen un favor. Están templando nuestro carácter. Nos curten.
  • ¿La escucharon a la diputada Conti vociferando en el Congreso? Tan femenina, ella. “¡Miren menos a Lanata!”, gritó en llamas. Mejor propaganda no le podría haber hecho, ¿no? ¿La habrá contratado el gordo?
  • Derrapan a diario, se caen a la banquina, a la zanja. La embarran cada vez más. En eso hay que reconocerles cierto esmero, constancia y coherencia.
  • Sí, pero entre la “mala praxis” como política de Estado, y la pasividad de la “oposición”, los ciudadanos estamos a la deriva, mirando un partido de tenis.
  • Es que son una bolsa de gatos. Todos sufren de vedetismo. Una guerra de egos. Compiten por el cartel, a ver quién la tiene más …
  • ¡Esa boquita, Amelita! No derrapes vos también, querida. Hacéme el favor.
  •  Iba a decir: quién la tiene más clara. Mente podrida. Te pisaste sola.
  • ¿Y qué me cuentan del Vice de la sonrisa plastificada? Un modelo de resistencia
  • Sí, pero bien que lo silbaron en la Embajada de Méjico. Igual, ni se inmutó.
  • ¡Qué vocación para el cachetazo! ¿Por qué no da un pasito al costado y apacigua los ánimos caldeados? ¿No sería menos provocador?
  • Me extraña, araña, que hagas esa pregunta. Esa es justamente la marca registrada del “modelo”. No reconocer los errores. No dar el brazo a torcer. Hacer como que está todo bien. “Sempre avanti”, aunque vengan degollando.
  • ¿No estaremos cerquita, cerquita del fondo del tacho, a punto de pegar la patadita  para empezar a subir? A mí la primavera me pone optimista, no sé.
  • Y… siempre que llovió paró… No hay mal que dure 100 años… ¿Quién te dice? Por ahí, se da vuelta la taba… Una de cal, y una de arena… Después de la tempestad, llega la calma…
  • ¡Pará, fanática! ¿Te comiste a José Narosky o qué?
  • ¡No! ¡Si estoy a dieta estricta! Llegó el calorcito y hay que empezar a mostrar las carnes. Estamos todas blanca teta, fofas, celulíticas y peludas. ¡De terror!
  • Acá la economía te pone a dieta, por suerte. Yo cada vez compro menos. Estoy en una especie de “sólo por hoy, voy al chino”. Y a veces, día por medio.
  • Lo que sí, chicas, con el dólar viajero tan barato, va a convenir más irse a Miami que vacacionar en Pinamar. Acá te arrancan el moño.
  • ¿Ya estamos hablando de las vacaciones? Me da vértigo pensar que se voló el año. En cualquier momento nos ponemos a armar el menú navideño.
  • No tanto apuro Mirá que Cristina advirtió que pueden haber estallidos en diciembre, y antes una “matiné” en octubre o noviembre.
  • ¿Una matiné? ¿Y eso qué es? ¿La previa en la que todos se maman?
  • ¡Que no se victimicen, che! Que cada uno se haga cargo de lo que le toque.
  • Es que les encanta sobreactuar, imaginar conspiraciones internas y externas.
  • Tendrán que cambiar los guionistas, porque este culebrón, saturó. ¡Chin, chin!