por Irene Bianchi
  • ¡Ay, chicas! ¡Estoy feliz! ¡Por fin empezó el mes de la primavera! Este invierno se me hizo eterno ¡Tanta lluvia! ¡Tanto día gris! ¿Vieron que ya florecieron los ciruelos? La ciudad se empieza a llenar de brotecitos tiernos. ¡Un primor!
  • También es la estación del amor, Martita, y en una de ésas, pueden brotar pretendientes que nos arrastren el ala. Un palenque donde rascarse. Un filito. Un tentempié. No sé. Algo. Lukivenga.
  • Eso es más difícil, ¿ves? Los hombres-hombres son una especie en extinción.
  • Habrá que conformarse con un “touch & go”, entonces. De cuando en vez.
  • Ahora que decís, ¿por qué habrá salido Moria, de buenas a primeras, a apoyar tan abiertamente la “ye-yelección”, como diría el yiojano?
  • Elemental, Watson. Porque está hasta las lolas con la justicia paraguaya. Hacéte amiga del comisario …
  • ¿La vieron a los chupones con su hija en la obra de Muscari? ¡Qué asquete!
  • ¿Por qué? Son actrices. Los personajes se besan, no ellas.
  • Igual, Chela. Me da cosita. Puro morbo.
  • Obvio. Por eso mismo las eligió el director. Todos somos voyeuristas. El tipo buscó la provocación, y lo consiguió. Todo sea por la taquilla.
  • Otra movida nada inocente camino a la reelección es la propuesta de que voten los pibes de 16, ¿no les parece?
  • Y, todo tiene que ver con todo. Nada es casual. Las netbooks, los planes, el adoctrinamiento en jardines de infantes y escuelas Todo guionado y orquestado.
  • ¡Qué mal pensadas! ¡Siempre buscándole la quinta pata al gato! Desconfiadas!
  • Vos sos docente, Ema, como yo. Con una mano en el corazón, ¿creés que tus alumnos de 16 tienen la madurez necesaria como para elegir Presidente?
  • Ojo, Leti, que entre eso y la idea del voto calificado, hay un corto trecho.
  • No sé. Todo tiene un tufillo a oportunismo, que me preocupa. Lo veo forzado.
  • Para ser ecuánimes, si los pibes de 16 tienen derecho a votar, que también sean penalizados como adultos cuando cometen un delito. Los derechos y las obligaciones deberían ir de la mano, no por carriles separados.
  • Tampoco agranden las cosas, chicas. Es una idea, nada más. No está mal debatir cosas nuevas. No sean cabezas de tacho. Miren si no lo del matrimonio igualitario. Un gran avance social que surgió de una idea, y benefició a mucha gente.
  • Y hasta eso quedó anticuado. Demodé. En Brasil ya hubo un matrimonio de a 3: 2 minas y 1 tipo. ¿Pueden creerlo?
  • ¿Me estás jodiendo? ¡Pobre infeliz! ¡Dos suegras a falta de una! ¡Está loco!
  • Igual, con el nuevo Código Civil, divorciarse va a ser como ir al Rapi-Pago. Un trámite express. Si te he visto, no me acuerdo. ¡Chau, Pinela!
  • Eso y firmar el acta de defunción de la institución matrimonial, es lo mismo.
  • Vamos camino a eso. Los chicos jóvenes, hoy en día, se juntan. Nada de papeles. Y hasta se cuestionan si tener hijos o no. Priorizan otras cosas.
  • Eso tampoco está mal, Leti. Hay que liberarse de los mandatos sociales y familiares. ¿Por qué censurar a una mina que prefiere desarrollarse en su profesión, ser exitosa, ganar guita, viajar? ¿Dónde está escrito que todas tenemos que ser esposas y madres abnegadas? Nos han cuenteado muchos años con esa cantinela. Hoy muchas mujeres se dan el lujo de elegir libremente.
  • Ojalá seamos amigas en mi próxima vida, así me lo recordás. ¡Chin, chin!