por Irene Bianchi
  • Marga, estacionaste tu cascajo casi en la esquina. Estás en infracción, querida.
  • ¿Qué sos? ¿Fan del Jefe de Gobierno? ¿Te volviste buchona, Yolanda?
  • ¿Por qué? ¿No te parece bien que los vecinos denuncien faltas de tránsito?
  • ¡Por supuesto que no! Se empieza con eso, y vaya a saber dónde se termina.
  • Marga tiene razón, Yoli. No es bueno incentivar la alcahuetería. Después te van a pedir que denuncies a los vecinos que no barren la vereda, los que manguerean el auto, los que tienen los frentes descascarados …
  • Y poco a poco, se van a meter con tu intimidad. Te puede denunciar alguien que te vea franeleando o zaguaneando, por ejemplo.
  • ¡Qué antigüedad, Emma! Ya no se estila. Ahora se va derecho a los bifes. Ni zaguanes quedan. Con la falta de espacio que hay, se han vuelto kioscos.
  • O capaz que te ven salir de un telo y te escrachan. De envidia, nomás.
  • ¡Claro! La próxima medida puede ser una Comisión de Moralidad que aliente a los vecinos a denunciarte si ven que tenés “hilos dentales” colgados de la soga.
  • No exageren. El tipo quiere poner un poco de orden. Eso es todo.
  • Y bueno. Para eso que use a la Policía Metropolitana
  • Hay que educar, no buchonear, Yoli. Si no, vamos a terminar agarrándonos de las mechas como las vedetongas, todos contra todos, dándonos la cana.
  • Le podríamos pedir a todos los argentinos que fueron a Sudáfrica, que traigan sus “vuvuzelas” para cornetear infractores. Son más estruendosas y llaman más la atención que los silbatos.
  • Chicas, ¿no están hartas de las hordas de comentaristas deportivos que viajaron? Como están horas al cuete entre partido y partido, y tienen que justificar el gasto, se lo pasan haciendo “notas de color” berretas, rellenando con cada pavada, que da calambre.
  • Cierto. Yo ya vi a varios bailando el Waka-Waka, entrevistando a individuos que no pasarían el test de alcoholemia, champurreando un inglés tarzanesco, babeándose con cuanta moza y promotora se les cruza, dándole de comer a los elefantes, a los monos, a las jirafas. ¡Qué regresión!
  • Peor los que hacen diagnósticos y pronósticos de todo tipo, expertos en futurología, dando cátedra, como si fueran los Einsteins del balonpié. Hablan de fútbol como si estuvieran explicando la estructura del átomo. ¡Más pesados!
  • Y bueno, Nancy. Dejálos disfrutar de sus 15 minutos de fama.
  • Hablando de fama, ¿vieron que la Alfano se abuenó de golpe? Les otorgó su bendición a la pareja de tortolitos, Alé-Escudero.
  • ¿Su bendición? ¿Pero cómo? ¿Ahora resulta que Grace es cura?
  • No. No tiene cura, que es muy distinto.
  • Ella y el chocolatinero viven en una montaña rusa emocional. Elogian, despotrican; te aman, te aborrecen; te sepultan, te salvan. Impredecibles.
  • Así estamos todo con el Mundial. Por ahora, por suerte, en la cresta de la ola.
  • Es para creer en la ley del karma. ¿Saben que el DT de Corea jugó en el 86 y lo marcó a Diego cuerpo a cuerpo, a pura patada? Ahora le tocó el trago amargo.
  • ¿Vieron que Maradona les prohibió a Las Electrostars que se acerquen a los jugadores? Tiene miedo que los tienten con la fruta prohibida.
  • Pero esas frutas son de plástico, como las que tiene mi tía de centro de mesa.
  • No soy muy futbolera, pero brindo por la albiceleste en su día. ¡Chin, chin!