por Irene Bianchi
  • ¿Viste, Nelly? Vos siempre que la criticás a la Su por cabezahueca, que todos los novios, tarde o temprano, le hacen alguna trastada. Bueno, al Popi le puso la tapa bien puesta.
  • No me enteré, Stella Maris. No leo revistas del corazón.
  • Eso de pijotera, por no comprar, pero bien que no te perdés ni un programa de chimentos.
  • Andá al grano, ¿querés? Si te dispersás, te olvidás lo que estabas diciendo.
  • Como el Popi éste tiene fama de seductor empedernido, le tendió una celada. A una fiesta a la que ella sabía que él iba a ir solo, le mandó una amiga rubia pulposa, para ver si el pibe pisaba el palito y le tiraba los galgos.
  • ¿Y?
  • Le tiró la jauría completa. La mina le siguió el jueguito, y él cayó como un chorlito.
  • ¡Qué nabo! Se perdió a la gallina de los huevos de oro.
  • ¿No será que ella estaba en cuarentena por la operación de cadera? Habrá tenido síndrome de abstinencia el pobre muchacho.
  • ¡Ay, Luisa! ¿Que tiene que ver? Al contrario. Tendría que haber hecho letra gótica el pibe: mimarla, cuidarla, atenderla, en vez de irse de joda.
  • Este sí que fue un “touch & go”. Cada vez le duran menos a la rubia.
  • Mejor que se lo sacó de encima rapidito. Le salió barato.
  • Además, ¿quién le quita lo bailado? Fue un buen service y punto.
  • ¡Qué prosaica que sos, Ana María! ¡Un service! Ni que fuera un auto.
  • Y eso que estuve fina. Casi digo “le midieron el aceite”.
  • No seas vulgar, querés. Tenés sobredosis de TV.
  • Las veteranas estamos de parabienes, ¿vieron? Dicen que Gonzalito Heredia, el ex de Cecilia Roth, le arrastra el ala a Flavia Palmiero..
  • ¿Le arrastra el ala? ¡Qué antigüedad, Felisa! Se dice “transar”.
  • Ese chico tiene un Edipo no resuelto. Que lo vea con su analista.
  • Seguro que se la transa también. No hay jovata que se le resista.
  • Si a esta altura del año ya hay escandaletes, imagínense cuando arranque el programa del Cabezón, que es la usina central.
  • Pero tiene sucursales, Olguita. El venerable Congreso de la Nación es una de ellas, para no ir más lejos. Hamlet diría: “¿Quórum or not quórum?”
  • Y el fútbol no se queda atrás, Luisita. Palermo versus Riquelme; Luli Fernández, entre Juan Ramón y Mouche; el choque Caruso-Asad. Peor que las vedetongas.
  • Estamos todos muy almodovarianos: al borde de un ataque de nervios. Y como el pescado se pudre por la cabeza, los malos ejemplos cunden. Así de simple.
  • Hablando de la degradación del habla cotidiana, me sorprendió Bergoglio, cuando dijo: “Los chicos salen de la escuela y van a la esquina a comprar merca”. Impensado de boca de un cardenal.
  • Pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre, Felisa. Nada de eufemismos.
  • Sí, pero ojo que el Vaticano vinculó a la pedofilia con los gays. Casi como si ser gay y pedófilo fueran sinónimos. Se les fue la mano.
  • Una epidemia de incontinencia verbal. Carbón para todo el mundo. ¡Chin, chin!