“El titiritero de Banfield”. Textos, puesta en escena y dirección: Sergio Mercurio. Diseño y construcción de títeres: Sergio Mercurio. Fotografía: Pablo Gonzáles. Música original: Esteban Ablin. Diseño gráfico: Aurelio Valdés. Dos únicas funciones con entrada gratuita este sábado 9 de junio a las 21 y domingo 10 a las 20 en la Sala Armando Discépolo, calle 12 n°1473 entre 62 y 63 – La Plata.

No es para nada habitual que un espectáculo teatral combine humor y poesía en singular armonía. No es fácil lograr que el público por momentos se ría a carcajadas, y en otros, guarde respetuoso y emocionado silencio. Que resulte hilarante y a la vez de un lirismo conmovedor.

Esto es lo que logra Sergio Mercurio, “El titiritero de Banfield”, en su magnético “En camino”, una propuesta de títeres para adolescentes y adultos, que se presenta en Teatro Estudio los domingos de abril.

Los “momentos” que recorremos junto al titiritero y sus criaturas, son: “Vaivenes”, “Me quedo con mamá”, “M’hijito querido”, “La desazón de la pasión”, “Encuentro de dos culturas”, “Uno no es borracho porque quiere”, y “Caminos”.

Este artista multifacético (actor, cineasta, escritor), lleva ya 20 años recorriendo más de 13 países en América Latina y Europa, con más de un millar de funciones realizadas.

Sergio Mercurio es aquí a la vez titiritero y ventrílocuo. Resulta casi inverosímil verlo y escucharlo dialogar con sus “compañeros de escena”, los que cobran vida y autonomía como por arte de magia. Ni hablar de su “cancha” para interactuar con el público, improvisando situaciones sobre la marcha, integrando a toda la platea con frescura y espontaneidad. Una fiesta.

Como director de su propio espectáculo, Mercurio sabe dosificar los climas con equilibrio y sutileza. Como espectador, uno pasa de la risa franca (Beto, el borracho) a la lágrima contenida (Bobi y su madre), pasando por la sorpresa y la muda contemplación (Bailarina y Pinino, El Indio). La introducción y el epílogo son poesía pura. Mercurio se permite filosofar sobra la existencia, que -al fin y al cabo- no es más que un viaje, título de su obra.

Tanto la música original como la puesta de luces resultan grandes aliados en la construcción de los climas propuestos.

“En viaje” es una propuesta imperdible, un espectáculo diferente: tierno, divertido y profundo.