¡Hola, chiquis! ¡Miren si éste es nuestro último “zoom encuentro” y nos podemos juntar “dendeveras”, después de la flexibilización!
No te hagas ilusiones, Moni. Somos población de riesgo, no lo olvides.
¡De riesgo, las pelotas! Somos veteranas saludables, hartas de tanto encierro.
¿Qué son ciento y pico de días en la vida de una persona?
En la nuestra, un montón. Ya estamos en tiempo de descuento. No hay ni un minuto que perder.
¿Lo vieron a Lacalle Pou en el reportaje que le hizo Alfredo Leuco en TN?
¡Ay, sí! ¡Qué buen mozo! ¡Guapísimo el charrúa!
Sí, pero más allá de su pinta, ¿no les pareció un tipo genial? A mí me picó el bichito de la envidia. Y no sé si “sana”, les confieso.
Su política con respecto a la pandemia fue distinta. En Uruguay no hubo “arresto domiciliario masivo”, como aquí. Lo dejaron librado a la responsabilidad individual de cada uno.
Eso no hubiera funcionado acá, Susy. Somos descontrolados por naturaleza. Rebeldes, indisciplinados, anárquicos. Tendríamos muchísimos más infectados si lo dejaban librado a nuestro libre albedrío. Somos hijos del rigor.
Puede ser, pero quiero políticos como él, que devuelven la guita en lugar de metérsela en el bolsillo. Que no se aumenten el sueldo mientras la gente pasa hambre. Tipos honestos, transparentes, con verdadera vocación de servicio. Verdaderos patriotas.
Si hasta admitió que tuvo una época de adicciones. Me sorprendió tanta sinceridad.
Porque estamos acostumbrados a dirigentes mentirosos, ladinos, corruptos, escondedores, chorros, que prometen y no cumplen, que no resisten un solo archivo. Una clase política lamentable, que no da pie con bola, y se la pasa viendo quién la tiene más larga.
¡Epa, Silvi! ¡Se te soltó la cadena! Mirá que estoy grabando el Zoom. ‘Te perjudicás, diría Daniel Tinayre.
Es que me tienen repodrida. Todos y todas. De un lado y del otro. No son capaces de ponerse de acuerdo mínimamente, en medio de este quilombo, para sacarnos del pozo.
¿Y si cruzamos el charco y nos instalamos en Colonia?
¿Cómo? ¿En balsa? Yo no tengo ni para recargar la Sube, con eso te digo todo.
Vos que sos habilidosa en la cocina, ¿por qué no te anotás en uno de esos realities de la tele? Nosotras te votaríamos. Ganás como medio palo.
¡Ni loca! ¡Están en el horno! Primero, el papelonazo de “Bake Off”, premiando y des- premiando a Samanta, la ganadora/perdedora. Después cocinando un animalito en extinción en canal 13. Y ninguna de las dos producciones hizo un “mea culpa”. Un horror.
Los del “Gran premio de la cocina” dijeron que no fue mara, sino liebre europea lo que metieron a la olla.
¡Bolazo! Ya la morfaron, así que no se puede comprobar. El cocinero dijo “mara” mil veces.
¿Y el programa de Andy, “PH”? Más que “Podemos Hablar” ahora es “Pronto Hisopado”.
La gente por 5 minutos de cámara, arriesga la salud propia y ajena. ¿Por qué ellos pueden ir a comer y boludear en la tele mientras nosotros nos comemos el revoque de las paredes en casita? ¿Tienen coronita?
Coronita, no sé. Coronavirus, parece que sí.
Yo me saco el sombrero por el chorro de Nordelta, que se afanó 100 lucas verdes en su kayak. ¡Chapeau!
Pero lo encanaron, Moni. Por segunda vez. Reincidente, el chaboncito.
Sí, ¿y? ¿Quién le quita lo remado? Un ladrón de elite.
Si me dan a elegir, me quedo con los chorritos aventureros como éste, y no los de saco y corbata que vienen saqueando al íspa hace décadas.
Chau, chicas. Me voy a dar una panzada de música uruguaya: Zitarrosa, el Negro Rada, Drexler, así me saco las malas ondas. Y felices vacaciones de invierno, aunque dé todo lo mismo, ¿no? ¡Chin, chin!