Me preocupa nuestro déficit de atención, no sólo como argentinos, sino como seres humanos. Nos olvidamos rápidamente de temas importantes. Ya nadie habla de Loan, el niño desaparecido hace casi 100 días. Ni de la sangrienta guerra que desató Rusia para sojuzgar a Ucrania. Ni de los rehenes que el grupo terrorista Hamas mantiene en cautiverio. Nos distraemos con asuntos frívolos, superfluos, como la ajetreada vida amorosa del Presidente, o la inminente vuelta a la tele de la diva de los teléfonos. Es lo (poco) que hay. Y habla pésimo de todos nosotros.
Diario La Nación, 18/09/2024