• Chicas, he llegado a una conclusión. Ahora sé de qué sufrimos como país. 
  • ¿De qué, Chela? ¿De pobreza, de corrupción, de pésima administración de nuestros recursos, de chantas, de improvisados, de políticos inútiles, ignorantes y demagogos? 
  • ¡Pará la máquina, Pupi! ¡Bajá un cambio, que te va a dar algo! Hablo de otro síndrome. 
  • ¿De abstinencia? 
  • No. Creo que la Argentina padece de déficit de atención.  
  • ¿Y en qué lo notás? 
  • Nos distraemos todo el tiempo. Perdemos el foco. Poca capacidad de concentración. 
  • Ejemplos, amiga. Ejemplos. 
  • Las noticias. Hace un par de meses, sólo hablábamos de Loan. Hoy el tema casi no se toca. 
  • ¿Qué querés?! ¡Pasan tantas cosas! 
  • Eso es justamente a lo que apunto. Un tema tapa el anterior. Lo sepulta. 
  • Chela tiene razón. Después nos enganchamos con el culebrón del playboy devaluado, que tenía un harem en la Pink House y otro en Olivos. 
  • ¿Te referís al “gordito desalineado”, según la Chiqui? 
  • A ése. Al panzón de bigote desprolijo. 
  • ¡Chela! ¡No se habla de los cuerpos ajenos! 
  • ¡No me jodas, Pupi! ¡Justamente vos, que te lo pasás bajándonos la caña a todas!  
  • Del “latin lover” pasamos a Tamara sentada en el sillón de Rivadavia, diciéndole al quía “cosas lindas” a pedido. 
  • ¡Cierto! De ahí a discernir si el ojo en compota de la ex Primera Dama era make-up o no. 
  • Sumo otra. Las derrapadas de la diputada libertaria con el patito en la cabeza. 
  • Hablando de derrapadas, ¿qué me cuentan del papelón de Cúneo en la Cámara de Diputados? 
  • ¿Libarona? ¿El defensor de Coppola en el caso del famoso jarrón? 
  • El mismo. El miércoles dijo: «Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología». O sea, el señor atrasa siglos.  
  • Y como si eso fuera poco, llamó a un asesor y con el micrófono abierto dijo: «Boludo, esto está textual del discurso de Milei». 
  • Me hace acordar al hijito de 6 añitos de Pierri, defensor de Mangeri, cuando dijo en cámara: “Pero boludo, mató a Angeles”. Lo deschavó sin piedad. 
  • Y ahora los escándalos que salpican a Marley. Secreto a voces. Tapó todo lo anterior. 
  • ¿No les llama la atención cómo los medios lo defienden a ultranza? ¿Tiene coronita, o qué? 
  • Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, amiga. 
  • Lo sé. Lo que digo es que a Jey Mammon lo crucificaron de entrada. A Marley lo cuidan. 
  • Él nunca quiso salir del closet. ¿Acaso no se acuerdan del romance que se inventó con Rocío Marengo? 
  • Eran otras épocas. A los homosexuales se los estigmatizaba. En lo social y en lo laboral. 
  • Lo cierto es que Alberto le tiene que agradecer a Marley que hayamos dejado de hablar de él, de su pésimo gobierno, de sus aventuras extramatrimoniales, y de su mal carácter. 
  • Y esta semana, ¿qué temita nos depara? 
  • Quién sabe. El Peluca echando funcionarios; la tensión entre él y su vice… 
  • Ésa es otra constante, ¿vieron? La mala relación entre Presi y Vice. Todos siempre se llevaron como el traste. Históricamente. 
  • Lo bueno, chicas, es que no nos dan tiempo para aburrirnos. Veamos el vaso medio lleno. 
  • Los nuestros están vacíos. Como cantan “Las pastillas del abuelo”: “Que el mozo traiga otra ronda y que pague Dios!” ¡Chin, chin! 
  • Diario El Día de La Plata, 1/09/2024