· ¿Será cierto, che?
· ¿Qué, Zule?
· Lo de la nueva novia del Presi.
· ¿Nueva novia? ¿Ya? ¡Si recién se separó de Fátima! ¿Y quién es la desafortunada?
· La Vanucci.
· Me suena, pero ni idea …
· ¿No te acordás? La ex del Ogro Fabbiani y del ricachón Garfunkel.
· Ex ricachón. Ahora vive en una casa rodante el chabón. Está en la ruina.
· Y ella ¿no era tenista?
· Tenista, modelo, actriz, vedette, empresaria, conductora, panelista, mediática; todo terreno la mina.
· ¿Y cómo se enganchó con el Peluca?
· Ella se convirtió al judaísmo para casarse con el excéntrico, y da la casualidad que comparten rabino con Javi. Héte aquí que el rabino ofició de celestino. Les hizo gancho.
· No me extraña que otro león haya caído a sus pies.
· ¿Otro león? No te entiendo.
· ¡Claro! ¿O acaso no se acuerdan de esa foto horrorosa que se sacaron ella y el dorima al lado de un león muerto, durante un safari en África? Muy orgullosos de su presa.
· ¡Tenés razón! Me había olvidado. Pensar que ahora predica paz y amor. Ommmmmmmm. Más falsa que billete de 3 pesos.
· Ustedes disculpen, pero me cuesta creer en los romances del Presi. La hermana lo tiene cortito. Es la típica “idishe mame”.
· Lo cierto es que su corta relación con la comediante le contagió el gusto por la imitación. El miércoles en un discurso imitó a Kici y a Melconian. Digamos que muy bien no le salió.
· ¡Me impresiona el pelo negro azabache de Melco! Parece tinta china. Se le fue la mano con el carmelazo.
· ¿Y qué? ¿Sólo las minas tenemos derecho a taparnos las canas? ¡No discrimines, Zule!
· Ahora es “cool” que las veteranas se dejen el pelo blanco, ¿vieron? Marcan tendencia.
· Gustos son gustos, pero yo me seguiré tiñendo hasta la sepultura.
· Otra pulposa que tuvo encuentros con Javi, antes de que fuera Presidente, fue la ex de Ricardo Fort.
· ¿Cuál de ellas?
· Virginia Gallardo.
· ¿En serio? ¿Qué tipo de encuentros, si se puede saber?
· Académicos. De estudio. La blonda tomaba clases de economía con el libertario para estar a la altura de los invitados de “Polémica en el Bar”.
· ¿A la altura?! ¿No es mucho? Ese programa nunca fue un encuentro de eruditos, que yo sepa.
· ¿Se acuerdan del gritón de Mariano Iúdica? ¿Qué será de su vida?
· Ahora es empresario gastronómico. Tenés que hipotecar la casa para morfar en uno de sus restós. O dejar un órgano. Te arrancan el bocho.
· Hablando de eso, yo traje unos sanguchitos de miga para ahorrar y acompañar el cafecito. ¿Se dará cuenta el mozo si los pongo sobre la mesa?
· Mejor pasálos disimuladamente por debajo, Gra. ¿No estarán secos, no?
· No creo. Los tenía envueltos en un repasador húmedo y limpio. Les saqué la lechuga y el tomate para que no fermenten.
· Donde hay hambre, no hay sanguchitos antigüos. ¡Vengan!. ¡Chin, chin!
Diario El Día de La Plata. «After Office»