“MODELO VIVO MUERTO”: CINCO PERSONAJES EN BUSCA DE UN AUTOR

No es fácil definir la cuerda de humor que toca el grupo “Bla Bla” en su premiada y exitosa obra “Modelo Vivo Muerto” (Mejor Música original, Mejor obra de teatro Off). Delirante, absurda, por momentos ingenua, para nada previsible. Una comicidad chaplinesca, que se apoya más en la gestualidad y en la corporalidad que en la palabra.

La línea argumental es simple. Tres alumnos de una prestigiosa Academia de Pintura se preparan para rendir su examen final, ante la atenta mirada de su excéntrico Profesor y del multifacético pianista. Los estudiantes deberán hace un dibujo a lápiz de un modelo vivo quien, a lo Agatha Christie, resulta misteriosamente asesinado durante un apagón programado. ¿Quién es el homicida? Para dilucidar el misterio, el Profesor convoca a la “psicopedagoga”, una dama sospechosamente parecida al occiso. La señorita en cuestión utilizará métodos muy poco ortodoxos para interrogar a los sospechosos y dar con el culpable. En cuanto al virtuoso del piano (enorme músico), sorprende con un inesperado cambio de rol, al convertirse en una suerte de “deus ex machina”, de inescrupuloso titiritero. ¿Qué es verdad y qué ficción?, parecen preguntarse los alocados personajes. ¿Quién guiona nuestra vida? ¿Quién es el gran titiritero? ¿Somos acaso meras figuras encadenadas en la cueva de Platón, confundiendo sombras con realidades? La alegoría del filósofo es también aplicable al hecho teatral, un espejo donde mirarse.

“Modelo Vivo Muerto” es fruto de una creación colectiva. Resulta fácil imaginar esos encuentros de los integrantes de “Bla, Bla”, ese “work in progress”, improvisando, probando, descartando, jugando, dándole forma a este hilarante disparate escénico, que genera carcajadas “da capo al fine”. Todos y cada uno tienen su momento de lucimiento. Se desdoblan en múltiples personajes, se potencian hasta alcanzar un verdadero paroxismo.

El humor de “Modelo Vivo Muerto” es blanco, por así decirlo. No recurren a la grosería ni a la vulgaridad. Por el contrario, se lo aprecia por lo sutil, lo inteligente, lo elaborado. Nunca subestiman al espectador ni caen en el chiste fácil. La dirección de Francisca Ure le imprime un ritmo vertiginoso a su puesta cuasi coreográfica.  

Los excelentes integrantes de esta troupe son: Manu Fanego, Sebastián Furman, Pablo Fusco, Julián Lucero, Tincho Lups y Carola Oyarbide. No dudo que el duende del querido y admirado Daniel Fanego, desde algún palco, disfrutó a rabiar de la genialidad y versatilidad de su hijo Manu.

Diseño de vestuario: Sandra Szwarcberg. Diseño de escenografía: Sol Soto. Diseño de luces: Gustavo Lista, Adrian Ruiz. Redes sociales: Diego Bocha Fernandez. Colaboración coreográfica: Jorge Thefs. Diseño gráfico: Manu Fanego, Diego Bocha Fernandez, Patricio Vegezzi. Música: Sebastián Furman. Dirección: Francisca Ure. Colaboración en dramaturgia: Gustavo Lista.. Producción y asistencia: Maribel Villarosa.

Esta imperdible  comedia agotó localidades y volverá a presentarse próximamente en el Teatro Municipal Coliseo Podestá de La Plata. Estén atentos.

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