“El pueblo pide justicia porque nos sentimos huérfanos, a la deriva” Habla de la muerte de Fernando Báez Sosa. Quiere que se castigue con todo el peso de la ley al que cometa un delito, “que no zafe nadie del castigo merecido”. Una vez más, salimos a reclamar justicia. Esta vez, por Fernando Báez Sosa, a un mes de su asesinato. Pero este reclamo multitudinario no se limita a esta tristísima pérdida. Lo que el pueblo pide a gritos es Justicia con mayúsculas; esta sociedad exige que se castigue con todo el peso de la ley al que comete un delito, que no de todo lo mismo, que no zafe nadie del castigo merecido. En el fondo, nos sentimos huérfanos, a la deriva, sin un Estado que nos proteja. Volver a casa sano y salvo después de un día de estudio, de trabajo o de esparcimiento, se ha convertido en una azarosa aventura. Vivimos en riesgo permanente y a las autoridades parece no importarles. Los encargados de nuestra seguridad discuten nimiedades sin ponerse de acuerdo, mientras los ciudadanos perdemos a nuestros hijos y morimos a diario. Más allá de la indiscutible e indelegable responsabilidad de nuestras familias puertas adentro en cuanto al diálogo con nuestros hijos, las calles -el afuera- son responsabilidad de quienes cobran un sueldo para defendernos de los violentos, los delincuentes, los asesinos. Un país a la deriva, también en este sentido.