Chicas, les voy a pedir un favor. Si algún día
me ven muy calenchu, haciendo papelones, tírenme un balde de agua fría.
¿Qué tipo de calentura, Ani? ¿De arriba o de
abajo?
De las partes pudendas. Evítenme el ridículo de
la Diva de los teléfonos.
¿Qué hizo esta vez la Su?
¿No la viste con los Darín? A falta de uno, se
calentó mal con los dos.
¿Con Ricardo y el Chino? ¿En serio?
¡Sí! Se abatató toda. Preguntaba boludeces, se
tentaba, se ponía colorada, tartamudeaba.
No es la primera vez este año. Se puso así con
el protagonista de El Marginal. ¿Cómo se llama ese pibe?
Nicolás Furtado, alias “Diosito”.
¿Y le habrá visto la cara a Dios, la Giménez?
¡No seas blasfema, Rita!
¡Tiene derecho! Está espléndida con sus 75
pirulos.
¿75?! Nosotras tenemos unos cuantos menos y
estamos hechas percha.
También tenemos menos guita, Rita. No es un
detalle menor.
Hablando de perchas, ¿lo junan al monigote ése novio
de Cinthia hilo dental Fernández?
¡Uy! ¡A ese muñeco le gusta más el tally de la
cámara que el dulce de leche!
Creo que no son más novios. Lulipop muñeca
inflable Salazar es la tercera en discordia.
Eso estaba cantado. El local de Baglini se llama
“El Palacio de la Oportunidad”. Es un oportunista el muchacho. Son todos iguales. Se cuelgan de las siliconas
de las chicas para llegar al Bailando, y después las descartan.
Esa pista es un lodazal, un pozo ciego. Y el
dueño del circo goza generando quilombos con carita de dolobu. ¡Qué poca
dignidad los que le siguen el juego!
Será que todos tenemos un precio. Como les pagan
bien, participantes y jurado hacen la vista gorda y se dejan basurear sin asco
por el perverso titiritero.
Yo confieso que entre ver políticos puteándose y
crónicas de sangrientos asesinatos cotidianos, a veces elijo ese programa para
distraerme. Eso sí, sólo cuando bailan. El resto: mute.
¿Vieron que se fue de gira el ufólogo mayor,
Fabio Zerpa?
Ponéle la firma que le dieron alojamiento gratis
en alguna galaxia cercana. Fue el mejor agente de prensa de los extraterrestres
durante 60 años..
¡Qué pena que se fue! Era un interlocutor válido
para invitar a los marcianos para que vengan a poner un poco de orden en este
planeta desquiciado.
Hablando de extraterrestres y de desquiciados,
supongo que ya habrán ido a votar, ¿no?
¡Sí! Yo a primera hora. Y hasta llevé mate y
facturas para las autoridades de mesa.
¡Qué chupamedias! Siempre queriendo quedar bien.
¿Y qué tiene eso de malo? A mí me tocó estar
ahí, y hay que bancarse tantas horas, eh!
Bueno, pero algo cobran, ¿no?
Sí, unas chirolas. Pero no se trata de eso. Es
más la satisfacción de cumplir con un deber cívico. Y conocés gente piola, tus
compañeros de mesa.
Tendrías que decir “compañeres de mese” amigue.
Hay que acostumbrarse a usar el lenguaje inclusivo. ¿O se dirá “inclusive”?
¡No me jodas! Todo bien, pero a mí no me sale.
Me suena raro. Cocoliche.
La Real Academia lo rechazó, pero la UBA lo
acepta. Así que, a ponerse el alma en paz.
El elme en pez. ¡Meze! ¡Cerveze pere tedes, per favore! ¡Chen, chen!